Desde Roma

El director nacional de Asuntos Jurídicos de la Secretaria de Derechos Humanos de la Argentina, Federico Efron, presentó hoy ante la Justicia italiana unas 10.000 páginas de documentos sobre el represor Carlos Luis Malatto, exteniente coronel del RIM22, el Regimiento 22 de Infantería de Montaña de San Juan durante la dictadura, al que se acusa en Italia de tres homicidios. El material se agrega a los mandatos de captura de Interpol que Horacio Pietragalla Corti recordó en su paso por Italia cuando preguntó al jefe de la fiscalía de Roma por qué no se cumple con el reclamo. La fiscalía italiana, al parecer, está pidiendo ahora que lo detengan. Mientras tanto, el exteniente coronel sigue viviendo en su casa a orillas del mar de Sicilia.

Malatto llegó a Italia en 2011 escapando de la persecución de la justicia argentina, con ayuda de los camaristas mendocinos, más tarde condenados por delitos de lesa humanidad. Gracias a su pasaporte italiano y a que la justicia italiana recién en 2017 incorporó a su Código Penal el delito de tortura, Malatto pudo zafar de un juicio y vivir en distintos lugares de Italia.

El objetivo de la visita de Efron a este país, donde llegó el domingo pasado, fue declarar como testigo de contexto, aportar nuevas pruebas y hacer un seguimiento de los tres procesos que se siguen en el país por crímenes de lesa humanidad cometidos en Argentina. En ese contexto, estuvo con los fiscales que tienen a cargo las causas contra Malatto; contra el sacerdote italiano Franco Reverberi y contra el militar uruguayo Jorge Néstor Troccoli.

”Nuestro objetivo es impulsar el procesamiento a los autores de estos crímenes en Argentina --dijo Efron a la prensa al salir de los tribunales-- pero es importantísimo que también otros países puedan investigar sobre lo que ha ocurrido en aquellos años terribles”.

“En particular por la causa abierta contra Malatto en Italia por los homicidios de Marie Anne Erize, Angel José Carvajal y Juan Carlos Cámpora --explicó luego a PáginaI12-- me presenté ante los fiscales Francesco Dall’Olio y Laura Condemi, a fin de ofrecerles pruebas que explican cómo funcionaba el aparato represivo y cómo funcionaba en particular el Rim 22 en el que estuvo Malatto en San Juan, además de pruebas específicas contra Malatto, incluso con el apostillado de La Haya”.

Efron también explicó a los fiscales el estado el avance de los juicios que se están llevando a cabo en San Juan, dos concluidos y el tercero a punto de terminar. “En esos juicios Malatto no pudo ser incluido porque estaba en Italia”, añadió. En Argentina los acusados no pueden ser juzgados si no están presentes mientras que en Italia es posible el juicio en ausencia.

“Los jueces me parecieron muy interesados en las pruebas que llevé. Después tuve una reunión con los fiscales que se ocupan del pedido de captura internacional de Malatto y del pedido de extradición, la fiscal Lucia Lotti en particular”, contó. Hoy está vigente una orden de captura internacional de Interpol y está en camino un nuevo pedido de extradición de parte de Argentina. Por eso se reunió con ella “que se mostró muy interesada”, dijo Efron.

El lunes el representante argentino también fue a Bolonia (noreste de Roma) para encontrarse con la fiscalía de esa ciudad que tiene a cargo el nuevo pedido de extradición de Argentina referido al padre Reverberi. “Fue un encuentro muy provechoso que nos confirmó que la fiscalía va a acompañar la solicitud del Estado argentino para que se consiga la extradición”, subrayó Efron que en Roma también mantuvo un encuentro con los fiscales que están procesando al uruguayo Troccoli, acusado de la muerte de Raffaella Flipazzi, José Agustín Potenza y Elena Quinteros.

Respecto a Reverberi hay que recordar que la Corte de Apelaciones de Bolonia anuló en marzo de 2021 el pedido de extradición presentado por la Argentina. Pero el 30 de junio de este año, gracias al recurso presentado por el gobierno argentino, la Corte Suprema anuló la sentencia de Bolonia y ordenó a la Cámara de Apelaciones que emita un nuevo fallo teniendo en cuenta las pruebas presentadas por la acusación sobre la participación de Reverberi en sesiones de torturas en el centro clandestino La Departamental, en San Rafael (Mendoza), y en el asesinato de José Berón, militante del ERP que permanece desaparecido.