El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 25 fue designado para llevar a cabo el juicio a los 14 policías de la Ciudad acusados por el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo en el barrio de Barracas en noviembre de 2021, aunque aún no fijó la fecha de inicio del debate que, se estima, será recién en el segundo semestre de 2023. El próximo jueves, al cumplirse el primer aniversario del crimen, se hará una concentración anteTribunales para exigir justicia y la fecha del juicio.

Los integrantes del TOC 25 son Marcelo Bartumeu, Ana Dieta y Hugo Navarro, quienes estarán a cargo de juzgar a los tres policías acusados del homicidio de Lucas y de la tentativa de homicidio de tres amigos que estaban con él, y de los 11 efectivos imputados por encubrir el hecho para hacerlo pasar como un enfrentamiento con delincuentes,

Gregorio Dalbon, abogado de la familia González y de sus tres amigos también adolescentes, dijo a Télam que espera la fecha del juicio y que también cree que será en 2023.

Los principales imputados son el inspector Gabriel Alejandro Issasi (42), el oficial mayor Fabián Andrés López (48) y el oficial Juan José Nieva (37), todos ellos entonces integrantes de la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad y actualmente detenidos.

A los tres se les adjudica ser coautores de los delitos de "homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial".

Además, fueron acusados de "tres tentativas de homicidio agravado por las mismas causales; falsedad ideológica y privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley" respecto de los amigos de Lucas.

De los otros 11 imputados, los que ostentaban mayor jerarquía eran el comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 Daniel Alberto Santana (43); el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán (54); el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos (52); y el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar (48).

Además, están acusados el comisario Juan Horacio Romero (51) y el subcomisario Roberto Orlando Inca (47), ambos de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4; el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas (50); y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón (28), Jonathan Alexis Martínez (35), Ángel Darío Arévalos (34) y Daniel Rubén Espinosa (33).

Todos son considerados coautores de los delitos de "falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas".

Cueva e Inca también fueron acusados por "falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal y en perjuicio de los imputados".

El crimen de Lucas ocurrió la mañana del 17 de noviembre de 2021, cuando el joven futbolista y tres amigos salieron de un entrenamiento en el club de fútbol Barracas Central y se subieron al Volkswagen Suran del padre de uno de ellos, para volver al barrio San Eduardo, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, donde vivían.

Tras detenerse en un kiosco a comprar algo para tomar, comenzaron a ser perseguidos por un Nissan Tiida sin identificación policial, en el que circulaban Issasi, Nieva y López, de la Brigada 6 de la Comisaría Vecinal 4D, quienes realizaban tareas de campo en la intersección de las avenidas Iriarte y Vélez Sarsfield, en el marco de una investigación de una fiscalía del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires.

De acuerdo con la investigación, los efectivos policiales informaron al servicio de comunicaciones policiales que perseguían un automóvil con "cuatro masculinos con apariencia menores, jóvenes", refirieron "que estaban armados" y les cruzaron el Nissan Tiida para detenerlos.

Como el automóvil de la brigada no tenía ninguna identificación ni los policías vestían chalecos ni uniformes policiales, los chicos pensaron que podían ser ladrones y quisieron escapar, momento en que los efectivos dispararon contra el Volkswagen Suran.

El vehículo siguió hasta Perdriel y Alvarado, donde uno de los amigos pidió ayuda a dos oficiales, pero fue detenido por ellas.

En el automóvil permanecieron el conductor y Lucas, quien recibió dos disparos, uno de ellos en la cabeza, que le produjo su muerte al día siguiente en el Hospital El Cruce, de Florencio Varela.

También se halló un arma que luego se supo había sido "plantada" por los policías para jacer creer que los chicos eran delincuentes y justificar así los disparos.

Cuando el fiscal de instrucción Leonel Gómez Barbella pidió el juicio oral para los 14 policías, sostuvo en su requerimiento que "el homicidio de Lucas González y la tentativa a los tres restantes jóvenes son la consecuencia voluntaria y querida (dolosa) de un plan o pacto previamente elaborado y en el que Issasi, Nieva y López, participaron de manera activa".

El Ministerio Público señaló que esos acusados "pusieron en movimiento la estructura institucional de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires otorgando datos falsos, a sabiendas de lo que realmente había acontecido" y concluyeron que "jamás hubo 'un enfrentamiento armado', sino más bien un ataque perpetrado por los oficiales a las víctimas, irracional e injustificado, para lo cual emplearon sus armas a fin de cercenarles sus vidas".

Respecto a los 11 efectivos acusados de encubrimiento, indicó que "estuvieron participando del procedimiento, cumpliendo distintas tareas y roles en pos de un fin último, esto es, alterar las pruebas en beneficio de los consortes de causa".