Los eslovenos eligieron este domingo a una reputada abogada y novata en política, Natasa Pirc Musar, como primera presidenta del país europeo.

La mujer de 54 años, que fue la abogada de la exprimera dama estadounidense Melania Trump, obtuvo el 54% de los votos, según un recuento de más de la mitad de las papeletas escrutadas.

Su rival, el conservador Anze Logar, exministro de Relaciones Exteriores que ganó la primera vuelta el 23 de octubre, obtuvo un 46% de los votos.

En un país dividido tras el mandato del exprimer ministro Janez Jansa, Natasa Pirc Musar hizo un llamamiento a la "unidad" y a dejar de lado las "disputas".

"Mi primera acción será invitar a todos los líderes de los partidos políticos al palacio presidencial", dijo en Liubliana, la capital.

Eslovenia, de 2 millones de habitantes, fue parte de Yugoslavia y es miembro de la Unión Europea (UE) desde 2004.

El ganador de los comicios sucederá a Borut Pahor, de 58 años, quien tuvo dos mandatos de cinco años.

Durante la campaña, la candidata, que se define a sí misma como "liberal", subrayó su deseo de dar más contenido a este cargo esencialmente protocolar.

"El presidente no puede ser neutral, tiene que tener una opinión", ser "una autoridad moral", subrayó entre la primera y segunda vuelta. "Nunca he tenido miedo de hacer oír mi voz", dijo.

El jefe de Estado saliente, Borut Pahor, que no pudo presentarse a la reelección tras dos mandatos de cinco años, fue criticado por su actitud pasiva hacia Janez Jansa.

La victoria de Pirc Musar prolonga la cadena ininterrumpida de victorias presidenciales de candidatos de izquierda que se remonta a la formación del estado balcánico en 1991.

También supone un refuerzo para el primer ministro Robert Golob, quien asumió el poder después de las elecciones generales de este año con la promesa de revertir los cambios radicales impulsados por Jansa, quien otorgó a sus aliados una mayor influencia en los tribunales y los medios estatales.

La toma de posesión presidencial está prevista para el 22 de diciembre.

Si bien el presidente es comandante en jefe del Ejército y propone jueces constitucionales, gobernadores de bancos centrales y diplomáticos de alto rango, el papel es en gran parte ceremonial.

La mayoría de las decisiones son tomadas en última instancia por el primer ministro y su gabinete y aprobadas por el parlamento.