La Cámara Penal de Rosario ratificó la sentencia dictada contra los policías Omar Guillermo y Omar Jesús Dal Lago, padre e hijo, condenados hace un año por el homicidio de Michel Campero en la ciudad santafesina de Granadero Baigorria, en 2014, tras el robo de la moto a uno de los uniformados. El fallo fue confirmado, aunque se modificó la pena de Dal Lago hijo, de 15 a 12 años de prisión. El padre, quien era jefe de Orden Público cuando cometió el hecho, mantiene su pena de 15 años de cárcel. 

"El enfrentamiento quedó descartado por las evidencias. No hay elementos objetivos sobre la versión de los imputados", expresa el fallo del tribunal que avala la acusación del fiscal Gonzalo Fernández Bussy. La lucha de Marisabel Bauer, mamá de Michel, atravesó casi todos los pasillos de Tribunales: "A mí con 15 o 12 años no me devuelven la vida de mi hijo Michel -que tenía 18 años-, pero me alcanza un poquito que después de tanta lucha, mi hijo descanse en paz. Por lo menos pude cumplir lo que le prometí el último día que lo tuve a mi lado".

El hecho que llegó a la Cámara fue cometido el 6 de enero de 2014, en Granadero Baigorria, tras el robo de la moto de uno de los agentes. Ambos estaban de franco. Fueron acusados de iniciar una persecución y disparar sus armas reglamentarias contra Campero, mientras conducía la moto que intentaban recuperar. El fiscal Fernández Bussy resumió durante el juicio de 2021 que esa noche Omar Jesús Dal Lago volvía a su casa con su familia en una moto cuando fueron interceptados por otro rodado con dos personas -Campero iba atrás-. En ese contexto, el fiscal cuestionó que "Dal Lago (hijo) fue hasta su casa, le avisó a su padre lo que había pasado (el robo de la moto), buscaron sus armas reglamentarias y empuñándolas, subieron a un auto en una búsqueda de aplicar su ley, su venganza".

Pese al relato de los acusados, que durante el proceso de más de ocho años hablaron de enfrentamiento, las camaristas Georgina Depetris, Gabriela Sansó y Bibiana Alonso entendieron que la víctima "jamás pudo efectuarles disparo alguno en tanto que solo tenía una réplica; no hay impactos de bala en el auto (con el que lo persiguieron), no hay vainas que acrediten los disparos que refieren haber recibido, como así tampoco ningún testigo da cuenta de haber escuchado un tiroteo. Los únicos disparos que los testigos escucharon fueron los de Dal Lago."