Por unanimidad y sin la presencia de las y los legisladores de Juntos por el Cambio en el recinto, el Senado aprobó el Presupuesto 2023 sumando 37 votos positivos. La oposición recibió con sorpresa y enojo la incorporación en el temario el decreto que incorpora nuevas designaciones en el Consejo de la Magistratura. La discusión comenzó alrededor de las 14.00 y concluyó tres horas después. Ambas sanciones resultaron favorables para el oficialismo, que sumó el apoyo de aliados. También se votó la prórroga de seis impuestos y una fe de erratas sobre el artículo 89 del Presupuesto.

"Aunque haría muchas modificaciones, siento orgullo por este presupuesto y entiendo que, después del desastre que nos dejó el macrismo y la pandemia, lo que estamos haciendo es titánico", expresó Juliana Di Tullio durante la defensa del oficialismo al proyecto de Presupuesto 2023. Para agregar: “Nos piden un plan, una hoja de ruta, y el año pasado sus diputados nos dejaron sin Presupuesto y este año no vienen al recinto”,

"El proyecto de presupuesto propone converger a la estabilidad económica, para ello se fijan objetivos referidos a fomentar el orden fiscal, propender al superávit comercial, fortalecer las reservas en el BCRA y fomentar un desarrollo con inclusión social", argumentó durante el debate el senador oficialista Ricardo Guerra. A esto, el senador por Rio Negro, Alberto Weretilneck, agregó: "Cuanto más cerca esté el presupuesto planteado de la realidad y ejecución, mayor certeza hay sobre el rumbo de un país, el Congreso le da la confianza con esta aprobación a lo que el Poder Ejecutivo desea y vaya a hacer en el próximo año".

“La ciudadanía votó a sus representantes para que estén sentados acá defendiendo los recursos de sus provincias, y no sentados como opinólogos en los distintos canales de televisión hablando mal de este país”, dijo la senadora Clara Vega.

En la misma sesión se aprobó el proyecto de ley que prorroga por cinco años la vigencia de los impuestos a las Ganancias; a los Débitos y Créditos Bancarios, conocido como Ley del Cheque; del Monotributo; de Capital de la Cooperativa; y el adicional de Cigarrillo, los cuales vencen a fines de 2022 y representan el 32% de la recaudación impositiva.

El Presupuesto 2023 había recibido media sanción en Diputados el pasado 26 de octubre, contabilizando 180 votos positivos, 22 negativos, 49 abstenciones y 19 horas de debate. La labor previa en la comisión de Presupuesto y Hacienda también había sido intensa, y muchos legisladores subrayaron ese aspecto: la negociación y los consensos alcanzados que permitieron obtener un dictamen por mayoría. “Mientras hay sectores que cuestionan la utilidad de la política y específicamente de la actividad parlamentaria, ésta sigue demostrando su capacidad de trabajo y de agregar valor”, analizó Carlos Heller, presidente de la Comisión.

Al tradicional pedido por la incorporación de obras, se habían sumado dos solicitudes importantes. La primera fue el incremento del Fondo de Compensación al Transporte Público del interior del país, que pasó de 66.000 millones de pesos presupuestados a 85.000 millones, que había sido un monto conversado entre Sergio Massa y los gobernadores del norte grande. Los representantes de la región presionaron para que se efectivizara. Y la actualización de dicho subsidio también pasará a ser revisada, y se creará un Consejo Federal para su administración y posible implementación de la SUBE a nivel nacional. Así se arribó al consenso entre las y los legisladores.

Otra de las cuestiones polémicas fue la vinculada a la deuda de las provincias con CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico). El Presupuesto originalmente prevía la posibilidad de que parte de los vencimientos de esa deuda se sustrajeran de los fondos coparticipables, justamente para penalizar a provincias que en muchos casos siendo superavitarias deciden no cumplir con CAMMESA. Pero este punto generó rechazo entre las y los legisladores, especialmente de la oposición. Luego la secretaría de Energía terminó diseñando un plan de regularización de deuda de hasta 96 cuotas mensuales y vencido dicho plazo se podrán retener ciertos recursos a transferir, pero no los coparticipables. Cerrado el acuerdo.

Por último, resultó destacable la incorporación de una cláusula inicialmente solicitada por Margarita Stolbitzer. Si al 31 de agosto del próximo año la tasa de inflación supera en 10 puntos a la proyectada en el Presupuesto, o si los ingresos del sector público superan en dicho porcentaje a los previstos para el período acumulado, el Poder Ejecutivo deberá enviar al Congreso una ley complementaria, en septiembre, con nuevas estimaciones del los recursos y del plan de gastos para el último trimestre del año.

El Presupuesto 2023 posee una estimación de la inflación entre puntas del 60 por ciento, que va en línea con el avance estimado del tipo de cambio nominal oficial (que subiría 62,1 por ciento en el año), también según lo pautado con el FMI. Otro cometido propuesto será alcanzar un déficit primario equivalente a 1,9 por ciento del PIB, por debajo 2,5 por ciento estipulado para este año.

En cuanto a la evolución del PIB, las proyecciones son las siguientes: crecerá un 2 por ciento en 2023, lo cual supone una desaceleración respecto de los dos años previos. En tanto, las importaciones, el consumo privado y el gasto del Estado crecerán también un 2 por ciento el año próximo. La inversión subirá 2,9 por ciento anual versus 10 por ciento estimado para este año de rebote pospandemia. Y las exportaciones crecerán 7,1 por ciento en 2023 de acuerdo al Presupuesto.

Dichas proyecciones macro fueron menos objetadas que en anteriores versiones del Presupuesto donde los supuestos se alejaban bastante de la realidad. Este hecho fue ponderado por las y los legisladores oficialistas y de la oposición, lo cual sirvió para acercar posiciones desde un inicio. En tanto, la “separata fiscal” que estimaba una recaudación adicional equivalente al 2,5 por ciento del PIB si se eliminaban exenciones tributarias a personas físicas y empresas operó en el sentido contrario.

El oficialismo, no sin disputas y negociaciones, se redime así del rechazo a la “ley de leyes” del año anterior y obtiene con la sanción en Senado una aprobación a la hoja de ruta de gastos y recursos para el próximo año.