La OMS no decretó el fin de la pandemia porque, aunque lo peor ya pasó, el Sars CoV-2 sigue circulando. En Argentina, durante las últimas dos semanas, los contagios se incrementaron casi en un 60 por ciento con respecto a los días previos. La buena noticia es que, por el momento, esas cifras no se vuelcan al sistema de salud. Gracias a la vacunación, los infectados, por lo general, ya no requieren internación y casi no hay casso mortales. Al menos no en las proporciones a las que Argentina y el mundo se habían acostumbrado en 2020 y 2021. En el último reporte semanal, hubo seis fallecidos y las internaciones se estacionaron en 237, números bajos y que, dentro del panorama general, invitan a conservar la calma.
“Se observa un claro aumento de casos. El valor que subió es muy bajo, pero hay una gran dud: ¿cuán representativas son las cifras con respecto a lo que efectivamente está pasando? Obviamente hay mucha subdetección de infecciones”, señala Jorge Aliaga, físico y secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional de la Universidad Nacional de Hurlingham. Luego continúa: “La suba se produce por subvariantes que ya circulaban en Europa y ahora están presentes en nuestro país. Es difícil saber cómo seguirá esto, pero es muy probable que los casos continúen incrementándose hasta pasar las fiestas y a partir de ahí comiencen a disminuir”.
Al respecto, la médica infectóloga Leda Guzzi apunta: “Hemos pasado un invierno muy bueno, llevamos más de ocho meses de tranquilidad. En buena parte, es el resultado de la campaña de vacunación que tuvimos, que fue tremendamente exitosa. Sin embargo, no hay que descuidarse”.
El incremento de casos se advirtió en 13 de las 24 jurisdicciones: Buenos Aires, CABA, Catamarca, Chaco, Chubut, Corrientes, Formosa, Mendoza, Río Negro, Salta, Santa Fe, Tierra del Fuego y Tucumán. Si en la semana del 30 de octubre hubo un promedio de 130 casos diarios, a la siguiente esa cifra ascendió a 178 y luego a 252. Para tener referencia, durante el mismo período en CABA, de 35 pasaron a 98; mientras que en provincia de Buenos Aires de 43 escalaron a 69. En la última semana, en total, el Ministerio de Salud informó 2.206 nuevas infecciones. “Además de CABA y la provincia de Buenos Aires, el lugar en donde se ve un aumento es Tierra del Fuego que desde hacía rato venía sin casos y aparecieron de nuevo. También hay muchos en Corrientes, pero la duda que hay al respecto es que suelen cargar muchos días juntos cada tanto. Entonces resulta difícil evaluar su situación puntual”, detalla Aliaga.
Un dato que vale recordar, como plantea Aliaga, es que las infecciones reales son muchas más. Esto se debe a que, por disposición del Ministerio de Salud, desde hace varios meses se modificaron las condiciones del testeo. Desde abril solo acceden al test las personas mayores de 50 años y grupos de riesgo con síntomas.
Alarmas por el mundo
Esta semana, China notificó el número más alto de contagios desde el comienzo de la pandemia. Contabilizó más de 31 mil casos y superó al número más alto que se había registrado en abril, cuando reportó 29 mil nuevos infectados. Fiel a su estrategia de covid cero, aún perduran los confinamientos de ciudades enteras y tests masivos, con el propósito de erradicar la circulación del patógeno.
Por su parte, Brasil, el país que tuvo 690 mil víctimas por covid (ocupa el segundo lugar luego de EE.UU. en el planeta), tomó una medida que sorprendió a propios y extraños. No porque estuviera mal, sino porque no se corresponde con la perspectiva que sostuvo el gobierno de Jair Bolsonaro durante toda su gestión. Esta semana informó que el uso de barbijos volvía a ser obligatorio en aeropuertos y aviones; pues se acerca el verano y la nación vecina aguarda una gran afluencia de turistas.
De acuerdo al último reporte, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) detalló una media de 18 mil casos, que equivale a un crecimiento del orden del 250 por ciento en la cantidad de infecciones. “Me preocupa el contexto regional. Estamos viendo un incremento de casos en países limítrofes, en particular en Brasil. Siempre que hay un brote en la región, termina impactando en Argentina. Podríamos estar frente a una nueva ola, aunque por el momento de baja magnitud”, sostiene Guzzi.
Mientras tanto, en Estados Unidos y en Europa se levantan las alarmas frente a la posibilidad de una “tripledemia”, esto es, la propagación paralela de la epidemia del virus sincicial respiratorio (que provoca la bronquiolitis), la gripe y la covid.
Lecciones y refuerzos
Aunque a partir de las nuevas variantes y las vacunas la pandemia modificó sus características, los cuidados se fueron relajando. Los mandatos, en cambio, resultan prácticamente inalterables: la ventilación, la higiene de manos y el uso de barbijo en lugares cerrados con presencia de mucha gente. Además, sirven como recomendaciones tanto para la covid, como para la prevención frente a otros virus respiratorios como la gripe. Aislarse cuando se tiene algún síntoma compatible también forma parte de un hábito saludable y preventivo en estos tiempos.
El elenco estable de mandatos se completa con las vacunas. Aunque las dosis confieren muy buena protección, con el tiempo se requieren refuerzos para revitalizar las defensas y estimular la memoria del organismo. En el país, 38 millones de personas se inmunizaron con el esquema primario; casi 22 millones se aplicaron el primer refuerzo; y solo 6 millones, el segundo. El tercer refuerzo, o quinta dosis, ya fue habilitada para personal sanitario, mayores de 50 años, personas con comorbilidades y también para quienes se hayan dado el cuarto pinchazo hace más de 120 días. “Es clave que todos y todas se den el segundo refuerzo y que el tercer refuerzo se lo puedan dar los grupos priorizados”, advierte Guzzi.
Por estos días, con el telón de Qatar 2022 de fondo, la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología llamó a la población a completar los refuerzos. Mediante la campaña “Sacale la roja al Covid-19”, se propone contribuir a combatir la baja percepción de riesgo y alentar, nuevamente, el retorno a los cuidados y la protección de las vacunas.
“No es inocuo enfermarse, no nos tiene que dar lo mismo. Del covid prolongado se sabe poco, pero cada vez hay más evidencia sobre complicaciones de todo tipo. Además, cuantas más veces tenés covid, son más las probabilidades de tener covid prolongado”, remata Aliaga.