Las tropas rusas continuaron este sábado sus ataques en la región de Donetsk, en el este de Ucrania con apenas progresos por la encarnizada resistencia que presentan las fuerzas ucranianas, que intentan contraatacar en algunos sectores del frente.

"El enemigo intentó lanzar contraataques junto a las localidades de Sladkoe, Shevchenko y Novomaiorke de la república popular de Donetsk, al sur de la ciudad de Donetsk", dijo el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, general Ígor Konashénkov.

En su habitual parte diario, el militar destacó que los ataques ucranianos fueron rechazados con fuego de artillería y de la aviación de asalto. Solo en ese sector, añadió Konashénkov, las fuerzas ucranianas sufrieron más de 40 bajas entre muertos y heridos.

Bajmut en la mira 

Según la inteligencia militar británica (DI, por sus siglas inglés), las tropas rusas están concentrando sus esfuerzos en la captura de Bajmut, un importante nudo de comunicación al norte de Donetsk, lo cual les permitiría avanzar hacia Kramatorsk y Slovianks, las principales plazas fuertes de Ejército ucraniano en la región Donetsk.

"Sin embargo, la campaña ha sido desproporcionadamente costosa en relación a las posibles ganancias", señaló hoy la DI en un tuit, en el que apuntó la posibilidad de que la captura de Bajmut sea para Rusia un "objetivo político, simbólico". En todo caso, en la opinión de los analistas británicos, los problemas logísticos y la escasez de pertrechos suponen un freno para los planes ofensivos del Ejército ruso.

Alianza militar con Bielorrusia

Con la situación relativamente estabilizada en los frentes de batalla, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, se reunió este sábado en Minsk con su homólogo bielorruso Víktor Khrenin, con quién firmó un protocolo de enmiendas al acuerdo bilateral para garantizar la seguridad militar regional firmado en diciembre de 1997.

"Bielorrusia ha sido y es un socio confiable. Esto es sobremanera importante hoy, cuando el Occidente colectivo ejerce una presión sin precedentes y libra una guerra no declarada contra nuestros país", dijo Shoigú en la reunión, citado por la agencia Interfax.

Ni Moscú ni Minsk informaron del alcance del protocolo, mientras Kiev declaró que está preparada para reaccionar adecuadamente ante el incremento de efectivos rusos en Bielorrusia, desde cuyo territorio irrumpieron en Ucrania al comienzo de la campaña militar lanzada por el Kremlin hace más de nueve meses.

"La situación en la zona operativa norte (la frontera con Bielorrusia) se halla bajo control", afirmó hoy el comandante de la Fuerzas Conjuntas ucranianas, teniente general Serhiy Náyev. El militar ucraniano indicó que aunque en el territorio del vecino país continúa reforzándose la agrupación militar conjunta ruso-bielorrusa, ésta "no representa aún una amenaza".

El Gobierno de Kiev, que ha acusado al régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, de ser cómplice con la agresión rusa, ha advertido en reiteradas ocasiones de que en caso de que los soldados bielorrusos irrumpan en el país, el Ejército ucraniano emplearán contra ellos todo su poder de fuego.

Los rusos apoyan la campaña militar

Aunque el apoyo a la campaña bélica en Ucrania sigue siendo elevado entre los rusos -de una u otra manera la respalda el 75 % de los participantes en una encuesta publicada este sábado por el Centro Levada- ha aumentado de manera considerable los que abogan por negociaciones de paz.

Según el sondeo del Centro Levada, el 52 % de los encuestados en noviembre pasado -el 44 % en agosto- se pronunció por el comienzo de negociaciones de paz con Ucrania, con la particularidad de que más de la mitad de ellos señaló que estas deben iniciarse cuanto antes.

Entre los rusos de entre 18 y 24 años participantes en el sondeo el 68 % se manifestó a favor de entablar conversaciones de paz con Ucrania. En cambio los mayores de 55 años son más partidarios de continuar las acciones militares que de negociar la paz. Por la primera opción se inclinó el 48 % `de los encuestados en ese rango de edad y por las la segunda, el 44 %.

La guerra económica

Mientras tanto, Ucrania afirmó este sábado que el tope de precios al petróleo de Rusia, anunciado el viernes por la Unión Europea (UE), los países del G7 y Australia, "destruirá" la economía del segundo mayor exportador mundial de crudo, mientras que el Kremlin indicó que no acepta el techo y analizará cómo responder a la medida.

"Siempre alcanzamos nuestro objetivo y la economía de Rusia será destruida y Rusia deberá asumir la responsabilidad de todos sus crímenes", afirmó en la red de mensajería Telegram el jefe de gabinete presidencial en Kiev, Andriy Yermak.

De todos modos, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consideró que no era "una decisión seria" el precio máximo de 60 dólares fijado para el barril de petróleo ruso y defendió un valor inferior.

"No es una decisión seria fijar este límite para el precio ruso (del crudo), dado que resulta cómodo para el presupuesto del Estado terrorista", aseguró la oficina de prensa de Zelenski, que agregó que debería fijarse un precio máximo dos veces más bajo.

Los 27 países del bloque europeo, el G7 que integran las economías más avanzadas y Australia acordaron el viernes imponer un precio máximo de 60 dólares al barril de petróleo ruso, una iniciativa inédita que apunta a erosionar una fuente clave para Moscú para financiar su ofensiva en Ucrania.

La medida, que sigue el acuerdo alcanzado en el G7 para un fijar un tope entre 65 y 70 dólares al crudo ruso, entrará en vigencia el lunes, junto a una prohibición de la UE -adoptada en octubre- a comprar petróleo ruso por mar.

Este tope de precios al petróleo ruso es una nueva escalada de las sanciones impuestas por los países occidentales a Moscú desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de febrero.

La respuesta de Rusia

En su primera reacción a la medida, Rusia afirmó este sábado que "no aceptará" la imposición de un precio máximo a su petróleo. "No aceptaremos ese tope", declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, citado por las agencias rusas, y agregó que el gobierno estaba "analizando" cómo responder a la medida. "Estamos analizando (la situación). Se han hecho ciertos preparativos para este límite", dijo Peskov, citado por la agencia de noticias Sputnik.

La embajada de Rusia en Estados Unidos tildó de "peligroso e ilegítimo" el tope y confió en que el petróleo ruso seguirá teniendo demanda. "Estamos asistiendo a una remodelación de los principios básicos del libre mercado. Este tipo de medidas se traducirá inevitablemente en un aumento de la incertidumbre y en la imposición de costos más elevados para los consumidores de materias primas", apuntó en un comunicado subido a sus redes sociales.

"A partir de este año Europa vivirá sin petróleo ruso. Moscú ya ha dejado claro que no suministrará petróleo a los países que apoyen la limitación de precios contra el mercado", escribió en su cuenta de Twitter el embajador ruso ante los organismos internacionales en Viena, Mikhail Ulyanov. "Muy pronto la UE culpará a Rusia por utilizar el petróleo como arma", vaticinó el representante del Kremlin.