Desde Doha

El camino de la Selección Argentina se enderezó en el Mundial de Qatar, después del debut frustrante ante Arabia Saudita. El conjunto nacional accedió a los cuartos de final encadenando tres victorias consecutivas, y con este panorama se vislumbra ahora como uno de los candidatos a luchar por el trofeo máximo.

La distancia que hay entre el triunfo ante los australianos y el desafío que tiene que afrontar frente a Países Bajos es bastante. Argentina tendrá por delante a un adversario de jerarquía real, más allá que los anteriores opusieron su resistencia con respeto y responsabilidad.

El nivel del seleccionado todavía no alcanzó su punto máximo, como se lo vio durante las eliminatorias o la Copa América del año pasado. El plantel viene ofreciendo buenos rendimientos durante determinados pasajes de los encuentros, y además cuenta con individualidades que le otorgan un plus por sobre el resto.

El desempeño del capitán Lionel Messi es formidable. El rosarino se mostró intrascendente durante gran parte del primer tiempo ante Australia, y en el final de esa etapa apareció para desnivelar con una definición exquisita.

Lo que exhibió en la segunda mitad fue supremo. Messi parecía cansado por el desgaste de haber completado todos los compromisos, y cuando se decidió a encarar en velocidad despertó la admiración de todo el estadio. El jugador del París Saint Germain pudo haber convertido un gol más inclusive.

Lo que realizó antes del primer tanto no fue destacado, debido a que se tuvo que retrasar mucho para tener más contacto con la pelota, ante la presión que ejercían los australianos en la salida de los argentinos.

Ese problema también involucra a Enzo Fernández. El ex River se quedó con el puesto de volante central, a pesar de que esa función le quita su aporte en ataque, la tarea que lo llevó a estar entre los convocados de esta Copa del Mundo.

Fernández dejó de transitar la cancha de manera vertical, y por ese motivo a Messi le cae toda la responsabilidad de la creación de juego ofensivo. De todas maneras, para el entrenador Lionel Scaloni esa no es una preocupación, y le da rédito jugando de esa manera. 

Cuando Paredes ingresó en el segundo tiempo ante México, Fernández retornó al lugar que ocupa en el Benfica, llegó con frecuencia al área y terminó convirtiendo el segundo gol.

El equipo argentino no termina de llegar al lucimiento que tuvo a lo largo de este proceso, y se asemeja más al que jugó el Mundial de 2014. Ese seleccionado comandado por Alejandro Sabella no pudo brillar, aunque terminó siendo subcampeón del mundo.

Un rival para preocuparse

La situación frente a Países Bajos será diferente a las anteriores, ya que los europeos cuentan con futbolistas de elite, y están a la misma altura que los argentinos.

La clasificación del conjunto de Louis Van Gaal ante Estados Unidos dejó en claro varios aspectos para la consideración:

La estructura se sostiene en la dupla de marcadores centrales: Virgil Van Dijk es el líder, y su compañero suele ser De Ligt, aunque éste no jugó ante los estadounidenses y lo hizo Aké. El cuarto nombre que usó Van Gaal para conformar esa línea de tres en el fondo ha sido Jurrien Timber.

Virgil Van Dijk, capitán y fugura de la defensa neerlandesa. (AFP)

El otro hombre destacado es Frenkie De Jong. El volante del Barcelona es un típico jugador de la escuela holandesa, y no tiene una posición fija sino que se traslada por toda la cancha. En el conjunto español no es titular por un conflicto con su contrato, que es muy alto, pero el juego que exhibe es de gran beneficio para su Selección.

El delantero Memphis Depay exhibió un mejor estado físico y ante Estados Unidos demostró toda su capacidad. No sólo es un definidor, sino que al mismo tiempo arma la jugada para que la resuelva otro compañero. Otamendi y Romero tendrán que estar muy atentos a la velocidad y la potencia de Depay.

Van Gaal es un gran estratega, como lo demostró cuando conducía al Ajax y también al Barcelona. En ese aspecto, dispondrá su mejor operativo para que Messi y el resto no lo sorprendan con sus apariciones fulminantes.

Argentina recuperó su ánimo y parte de su juego para instalarse entre los ocho mejores del certamen. La convicción de que puede superar un obstáculo como Países Bajos, y la continuidad de la búsqueda del ideal futbolístico es lo que necesitará el equipo nacional para seguir avanzando en esta Copa del Mundo.