El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se realizó este domingo una laringoscopía con resultados "dentro de la normalidad", luego de la intervención para retirarle una lesión en la garganta el mes pasado, según el hospital de San Pablo en el que fue atendido. 

En los exámenes a los que Lula había sido sometido el 12 de noviembre, además de la pequeña área de leucoplasia en la laringe, se le detectaron algunas alteraciones inflamatorias como resultado del esfuerzo vocal que realizó durante la campaña electoral para los comicios de octubre, en los que derrotó al presidente Jair Bolsonaro.

Lula había adelantado el viernes que volvería al hospital pero para someterse a exámenes rutinarios de revisión de su situación en la garganta. "Los médicos me pidieron permanecer más tiempo sin hablar pero, sinceramente, por más que me esfuerce, no consigo quedarme sin hablar. Tan solo lo lograría si me pongo un adhesivo en la boca", bromeó el líder y fundador del Partido de los Trabajadores (PT) en una rueda de prensa en Brasilia.

Lula dijo de todas formas que, luego de los exámenes en San Pablo, volvería inmediatamente a Brasilia para continuar al frente de los trabajos del equipo de transición de gobierno y de las negociaciones con diferentes partidos políticos para montar el gabinete ministerial con el que comenzará su mandato.

Lula, de 77 años, fue intervenido el 20 de noviembre para retirarle una lesión en la cuerda vocal izquierda, que le fue detectada antes del viaje que el presidente electo hizo a Egipto para participar en la cumbre del clima COP27. Los médicos que lo trataron descartaron tumores por un aumento anormal de células en dicha lesión. 

Lula fue diagnosticado con cáncer de laringe en 2011, del que se recuperó al año siguiente. El exlíder sindical fue fumador durante 50 años y abandonó el cigarrillo en 2010, después de una internación por hipertensión.