El director Alejandro Tantanian y la escenógrafa y vestuarista Oria Puppo están a punto de estrenar L7L / Die sieben Irren en Berlín una ficción teatral basada en Los siete locos, la novela que Roberto Arlt publicó en 1929. El estreno tendrá lugar el jueves 8 en la Münchner Kammerspiele, el mismo teatro donde Bertolt Brecht dio a conocer sus primeras obras, un dato que Tantanian no pasa por alto. Es que el espectáculo presenta una ficción dentro de otra, lo cual permite que los espectadores asuman un rol activo, estimulados para hacer una conexión entre lo que ven y el presente, tal como propugnaba Brecht con toda su obra.

Al elaborar el proyecto, Tantanian y Puppo hicieron hincapié en un hecho coincidente: el novelista alemán Alfred Döblin también dio a conocer en 1929 su monumental Berlin Alexanderplatz, novela en la que, tal como hace Arlt en la suya, pone en destacado plano a la ciudad donde se desarrolla la historia de dos personajes –Remo Erdosain y Franz Biberkopf- que necesitan imperiosamente encontrar la salvación. Es por esto que, a modo de guiño dirigido al público alemán, uno de los personajes se llama como el protagonista de Döblin. Tanto uno como el otro saben que es necesario ganar dinero, que sin plata no hay vida posible. En el caso del personaje de Arlt, su fantasía es encontrar un amor que le financie sus invenciones, como la gestación de una imposible rosa de cobre. Ya sin esperanza de hacer realidad sus sueños, Erdosain se une a la conspiración del Astrólogo para hacer una revolución.

Al comienzo del espectáculo, Tantanian y Puppo presentan una agrupación de “humillados y ofendidos” que convocan a una asamblea, en la que los propios espectadores son los asistentes. “Erdosain es un indignado de nuestro tiempo, un humillado que decide poner fin a este sistema”, sostiene el director en la entrevista con Página/12: “Remo entra a la sociedad secreta para formar parte de este cambio necesario para el mundo. Las nuevas derechas, entonces, homologadas en el personaje del Astrólogo transitan por nuestra versión”, explica. Y recuerda una frase de este personaje, “que bien podría hoy mismo decir Aleksandr Duguin a Vladimir Putin: “No sé si nuestra sociedad será bolchevique o fascista. A veces me inclino a creer que lo mejor que se puede hacer es preparar una ensalada rusa que ni Dios la entienda.”

-¿Qué características tiene esta ficción?

-Nuestro espectáculo es un gran palimpsesto que combina autores y obras diversas y que nos permite pensar el presente, así como Arlt y Döblin pensaron su presente. En nuestra versión son perceptibles ecos de Hobbes y su Leviatán, muchas de las cosas que apunta en sus libros Enzo Traverso, algo del Cosmismo Ruso y sus ecos en las épicas marcianas de Elon Musk.

-¿Qué se propone en la reunión inicial?

-La reunión tiene como objetivo la captación de nuevos miembros para poder llevar adelante un plan revolucionario de operaciones inspirado por la novela de Arlt. Este grupo ficcional (el de nuestro espectáculo) decide probar una tesis: la ficción puede cambiar la realidad. Intentan entonces la comprobación de esta tesis mediante la representación de algunas de las escenas de esta novela que han descubierto y que reconocen como un reservorio de ideas revolucionarias, aptas para el cambio que este grupo pretende producir en la sociedad.

-¿Cómo podría analizarse hoy la figura de Erdosain?

-Nada demasiado lejano a nuestros días con la profusión ensordecedora del yo en las redes sociales, con esta supremacía de la banalidad que nos abisma, indisolublemente, en la apatía, el rencor, el cinismo y el descreimiento. Así nos transformamos en potenciales propaladores de los discursos de derecha y su canto de liberación. Estas potenciales marionetas y esclavos del “nuevo poder” son, en nuestros días, la creación alucinada del Astrólogo.

-¿Cuál es el núcleo más significativo de este personaje?

-Lo de Arlt es ficción, claro. Pero su voluntad fue construir realidad a través de las herramientas de su imaginación. Su doble vocación de escritor de ficciones y de periodista nunca estuvo separada. Podemos decir sin equivocarnos que hoy vivimos de manera material los sueños ficcionales que Arlt diseñó para su novela. Nuestros días son hoy la creación alucinada del Astrólogo. Es precisamente ahí donde radica la fuerza de este personaje.