La participación protagónica e inesperada de Enzo Fernández (21 años) y Julian Álvarez (22) en la Selección Argentina es el reflejo de una de las grandes comprobaciones que hasta aquí ha entregado el Mundial de Qatar: la aparición en primer plano de una generación de jugadores veinteañeros quienes, lejos de haber ido a completar su primera experiencia mundialista y fogueados en el intenso ritmo competitivo del fútbol europeo, se han asumido como titulares indiscutidos y jugadores de gran valor presente y enorme proyección futura.

Lo más notable en el caso de los argentinos es que ninguno figuraba en el equipo ideal con el que el técnico Lionel Scaloni pensaba empezar a jugar la Copa del Mundo. Los dos llegaron desde River al fútbol europeo en este segundo semestre y en el caso de Enzo Fernández recién jugó sus primeros minutos en la Selección en la ventana de amistosos de septiembre. Pero la madurez y la soltura que demostraron cuando les tocó ingresar y el declive de algunos que eran considerados titulares inamovibles, los instaló en ese lugar. Enzo Fernández hizo el segundo gol ante México y asistió a Julián Álvarez en el segundo frente a Polonia. Y Álvarez, también anotó el segundo frente a Australia. Cualquiera de ellos será inevitable de aquí en más en cualquier convocatoria argentina.

Países Bajos, el rival del viernes de la Argentina, presentará dos veinteañeros consolidados: el central Jurrien Timber (21 años, defensor del Ajax) y Cody Gakpo (23 años, extremo del PSV Eindhoven). Gakpo marcó tres goles en los tres partidos de la fase de grupos y ya ha sido detectado por los equipos europeos más importantes.


Por su parte, en Inglaterra, han resaltado Bukayo Saka (21 años, delantero del Arsenal y autor de tres goles) y Jude Bellingham (19; un gol y una asistencia) quien ha demostrado una lectura de juego, calidad e influencia superior a la edad que tiene. Bellingham se desempeña en Borussia Dortmund de Alemania y el París Saint-Germain quiere contratarlo ahora mismo para que juegue los octavos de final de la Champions League.


Francia exhibe la prestancia de Aurelien Tchouameni (22), quien tomó el puesto de Ngolo Kanté tras la lesión que lo marginó del Mundial y logró disimular su ausencia con la certeza que le da su titularidad en Real Madrid. Y en la chispeante seleccion brasileña, los veinteañeros han refrescado el ataque: Vinicius (21 años; un gol y dos asistencias) es titular inamovible como extremo izquierdo por la velocidad y el poder de definición que ya había concretado en el Real Madrid. En el banco, esperan Antony y Rodrygo (22) y Gabriel Martinelli (21).

En tanto que en Portugal, Goncalo Ramos (21) viene de conmover al mundo luego de haber reemplazado a Cristian Ronaldo y anotar tres de los seis goles que Portugal le estampó a Suiza. En el banco aguarda Nuno Mendes (20 años), el lateral izquierdo que comparte equipo con Lionel Messi y Kylian Mbappé en el PSG.

Por su parte, en Croacia brilla Josko Gvardiol (20 años), un marcador central zurdo que impresiona por su fortaleza y oficio. Pero también, por su gran capacidad para salir jugando y habilitar a su delanteros con pases largos rectos o cruzados. Gvardiol, actualmente en Leipzig de Alemania, es otro al que pronto se lo verá jugar en uno de los grandes de Europa.


Pero el repaso no se agota en estos nombres. Varios de los seleccionados que fueron quedando en el camino han mostrado veinteañeros interesantes que seguirán dando que hablar más adelante. Luis Enrique citó en España y en muchos casos les dio titularidad a Gavi (18 años), Pedri (20), Alex Baldé (19), Nico Williams (20), Ansu Fati (20) y Yeremi Pino (20) en una apuesta que resultó insuficiente. 

A Mohammed Kudus (20), Ghana no lo respaldó lo suficiente, pero se demostró como un volante muy interesante. Jamal Musiala (19) y Youssoufa Mukuoko (18) no pudieron zafar de la debacle de Alemania pero seguirán participando al igual que Charles De Ketelaere (21) y Jeremy Doku (20), quienes deberan renovarle la sangre a una Bélgica gastada y a destiempo.