Esta semana se realizará una importante reunión entre la AFA y la Secretaría de Seguridad Social que depende del Ministerio de Trabajo. En el encuentro se discutirá el decreto 1212 que establece un régimen especial de aportes personales de los futbolistas, y contribuciones patronales de los clubes al Estado. Los dirigentes están preocupados por el desenlace de las negociaciones. Aducen que, si se modificara el sistema creado durante el gobierno de Eduardo Duhalde, en 2003, para aliviar el rojo de sus tesorerías, estas correrían el riesgo de deslizarse hacia una situación de quebranto. Incluso, hay directivos que ven en la iniciativa de la cartera laboral una manera de asfixiarlos económicamente. Un especialista en el tema, el abogado y vicepresidente de Unión de Santa Fe Marcelo Martín, dijo que “el sistema está desfinanciado”. La asociación que preside Claudio 'Chiqui' Tapia ya recibió el proyecto oficial que introduce cambios. Y presentará en el Ministerio que conduce Jorge Triacca (h) su propia propuesta. No es ajena a este frente de tormenta que se le abre al fútbol, la denuncia que formuló en octubre del 2016 Alberto Abad, el titular de la AFIP. En aquel momento declaró que los clubes le debían 1.346 millones de pesos a la Seguridad Social, y anticipaba lo que vendría. Hoy la cifra sería de unos 1.600 millones, según el presidente de Lanús, Nicolás Russo.

Cuando el senador Duhalde ocupaba la Casa Rosada tras el derrumbe del 2001, firmó el decreto 1212 en su última semana de gobierno. El régimen especial de aportes y contribuciones –que no era novedoso ni siquiera en ese tiempo– fue un remedio eficaz para la situación económica calamitosa que atravesaban los clubes y la propia AFA. Un sistema semejante se había creado en 1968 para contemplar la actividad de los trabajadores golondrina. Pero el régimen específico de la Seguridad Social que también se había aprobado para los futbolistas, se dio de baja en 1995 y Duhalde lo reflotó ocho años después.

El 1212 decía: “Régimen de percepción y retención para el ingreso de los aportes personales y contribuciones patronales correspondientes a los jugadores de fútbol, miembros de los cuerpos médicos, técnicos y auxiliares que atiendan a los planteles que practiquen fútbol profesional en cualquier categoría y demás personal dependiente de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), y de los clubes que intervengan en los torneos organizados por dicha asociación en las divisiones Primera A, Nacional B y Primera B”.

El decreto establecía como aporte al Instituto Nacional de los Recursos de la Seguridad Social una suma equivalente al dos por ciento de lo que recaudaran los clubes en tres rubros: entradas de los partidos, transferencias de jugadores, y derechos de televisión de los torneos. En simultáneo, el Estado suspendía todos los juicios o ejecuciones en curso contra las instituciones deportivas. El 1º de agosto de 2005, la alícuota se elevó al 6,5 por ciento, lo que significó un aumento del 225 por ciento.

Los beneficios del 1212 se desvirtuaron con los años. Los clubes comenzaron a incrementar la deuda con la Seguridad Social. En octubre del año pasado, la AFIP les reclamaba unos 1.346 millones de pesos de deuda. Abad brindó una conferencia de prensa donde denunció la situación, y colocó al tope de entidades morosas a River con 166.472.680 pesos, Boca con 143.752.720 y Vélez con 79.735.577. Seguían San Lorenzo, Estudiantes, Independiente, Lanús, Racing, Rosario Central y Gimnasia. El titular de la AFIP planteó en ese momento un aumento de la alícuota y que se ampliara la base imponible. Y comentó que si se pretendía recuperar el dinero adeudado -por ejemplo en tres años-, los aportes y contribuciones deberían subirse al 29 por ciento, o en su defecto ir decreciendo hasta colocarlos en el diez por ciento si el plazo se extendía a 20 años.

Martín, el vice de Unión que participará de la reunión en el Ministerio de Trabajo, le dijo a este diario: “El problema del régimen es que está desfinanciado, esa es la realidad. Hay que corregir algunas cuestiones de manera de tornarlo viable en términos económicos. Por eso trabajamos en una propuesta para llevar a la Secretaría de Seguridad Social en los próximos días. Veremos si le sirve al gobierno. No aumentaría la alícuota en nuestro esquema, pero los clubes pagarían directamente los aportes personales de sus trabajadores, que son del 14 por ciento”.

La AFA completaría su propuesta manteniéndose bajo los efectos del decreto 1212 para continuar pagando las contribuciones patronales. Los dirigentes no quieren volver al régimen general de la Seguridad Social. En este tema complejo y de difícil interpretación para legos, se juega el futuro de las economías de los clubes, igual que hace 14 años. Junto a Martín trabajaron en la propuesta el tesorero de Boca, Matías Ahumada, y el vicepresidente de Sarmiento de Junín, Horacio Martignoni.

Martín parece confiado en que no se aumentará la alícuota porque parte de una premisa: que la actividad de un club sería inviable. Y pone como ejemplo la eventual transferencia de un futbolista: “Imagínese si para vender a un jugador habría que pagar el 25 por ciento de alícuota, el 15 por ciento que le corresponde por el pase, el dos por ciento a la AFA y el 0,50 a Agremiados, suma el 42,5 de impuestos en una transferencia. Por eso estamos tratando de buscar una forma de darle continuidad al decreto modificándole algunas cosas. La base imponible que se contempló en 2003 se fue deteriorando, porque desde hace años, ya no hay público visitante en los estadios y las recaudaciones bajaron. Además, la masa salarial de los futbolistas fue en aumento”.

El presidente de Lanús, Nicolás Russo, sostiene que con los cambios del decreto 1212 “se busca la asfixia económica de las instituciones deportivas. Veo una tendencia del gobierno nacional para empujar a los clubes a las sociedades anónimas. Hay algunos que estarían muy complicados por la cantidad de personal que tienen, si se saliera del régimen especial o aumentara la alícuota”.

Ezequiel Segura es un socio del club Comunicaciones de toda la vida. No es dirigente en lo formal, aunque sí en los hechos. Porque la institución de Agronomía está en el último tramo previo al levantamiento de la quiebra, y todavía depende de un juez. Pero además, porque su viejo estatuto priva de ser directivo a quien no haya sido ex empleado del correo. Sobre el 1212 comenta: “Desde ya, si el decreto dejara de estar, generaría una situación muy crítica para la mayoría de los clubes. Les provocaría un costo impositivo infernal y los dejaría al borde del colapso”.

El presidente de Defensores de Belgrano y prosecretario de la AFA, Marcelo Achile, declara: “Vamos a defender el decreto sea como sea. Este tema lo venimos mirando hace tiempo, porque el 1212 es muy importante. Hay una comisión en la AFA que lo está tratando”. El régimen especial de la Seguridad Social es tan sensible a los intereses de los clubes, que hasta la comisión normalizadora que presidía Armando Pérez –muy criticada por la actual dirigencia– destacó en un documento el año pasado que su mantenimiento resultaba “esencial para dar sustento al Proyecto Pobreza Cero-Educación-Desendeudamiento AFA-Clubes que se propone como parte del cambio estructural que se encuentra en marcha”.

Martín dice que no advierte animosidad en la Secretaría de Seguridad Social de la cartera laboral para perjudicar a los clubes. Pero como la mayoría de los dirigentes, sabe que el titular de la AFIP no es partidario de un régimen especial como el que decretó Duhalde y acompañó con la firma su ex ministra de Trabajo, Graciela Camaño. Lo curioso es que en 2003 Abad estaba –como ahora– al frente de la AFIP. En aquella conferencia de prensa de octubre pasado señaló cuáles eran sus ideas sobre el decreto: “Ampliar la base imponible, es decir, agregar el abono de los socios, los partidos de la Selección que generan ingresos significativos, la publicidad, el sponsoreo y también aumentar la alícuota”. Un combo letal para la mayoría de los clubes.

[email protected]

Fotobaires
Claudio Tapia tiene varios frentes para atender en las próximas semanas.