La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, negó haber desplazado a Gerardo Milman como jefe de su campaña electoral, y aseguró que el diputado "ha pedido una licencia por su necesidad de cuidarse física y psicológicamente", en medio de acusaciones por manejos irregulares de fondos públicos y por estar en la mira del atentado a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En los últimos días, el entorno de la exministra de Seguridad había dejado filtrar la decisión de apartarlo con ella enfurecida por los desmanejos de dinero público que salían a la luz. Ahora, la pre-candidata reconoció el alejamiento de Milman aunque negó todo lo demás: "No me van a encontrar soltándole la mano", lanzó en una entrevista de radio.

"Por supuesto, hay operaciones políticas todo el tiempo", respondió la titular del Pro cuando le preguntaron si Milman continuará al frente de la campaña. Sin embargo, sostuvo que él se mantendrá alejado momentáneamente de las funciones: "Me pidió estar un tiempo de costado porque tiene que ir al médico y tuvo estrés y depresión".

La exministra aseguró que hay un intento por incriminar a Milman en el atentado a la vicepresidenta, y que "quieren encontrar a alguien ligado a Juntos por el Cambio que haya tenido algo que ver con esa banda de marginales". Y comparó: "Es exactamente lo mismo que nos hicieron con el caso Maldonado". "Ese garrón", como lo llamó, separó a quién fue su número dos en el ministerio de Seguridad y hoy es una mancha venenosa para el espacio.