Desde Doha

Dice en tono de broma el amigo Ariel Scher que la selección ideal del Mundial podría formar tranquilamente con once Messi. Y no le faltaría un poco de razón si lo dijera en serio. Es que lo pongamos como volante o como delantero no puede faltar en ningún equipo. De hecho se ganó merecidamente el premio como mejor jugador del campeonato. 

Tampoco hay dudas con Emiliano Martínez. La atajada sobre la hora y el penal detenido terminaron de consagrarlo como el mejor arquero en un torneo que tuvo a varios de sus colegas en altísimo nivel. Fracasó el belga Thibout Courtois, no brillaron el brasileño Allison Becker ni el alemán Manuel Neuer pero se destacaron el canadiense Yassine (nombre de predestinado) Bono, arquero de Marruecos; el francés Hugo Lloris y el croata Dominik Livakovic. Y por sobre todos ellos Dibu Martínez, con su atajada a lo Maya Plisétskaya en el inolvidable minuto 120.


Tampoco hay dudas con Kylian Mbappé, el príncipe heredero, goleador del campeonato, gran protagonista en el último tramo de la final. Otro que tiene un indiscutible lugar asegurado es Luka Modric, que a los 37 años demostró que su talento, su visión de juego y su inteligencia para encontrar siempre los mejores espacios para él y sus compañeros están intactos. 

Falta completar los otros siete casilleros y hacia allá vamos. Podríamos formar una línea de cuatro con el jugador de Marruecos nacido en España Achraf Hakimi, un gran lateral; Cristian Romero; el croata Josko Gvardiol, el pibe de la máscara que hizo un Mundial maravilloso, pese a que no pudo contener a Messi en otro gol inolvidable, el de Julián Alvarez; y Nicolás Tagliafico, que jugó muy bien los dos últimos partidos. A Romero le puede discutir el puesto el neerlandés Virgil van Dijk y a Tagliafico, el portugués Joao Cancelo que había empezado muy bien.

Si formamos 4-3-3 tenemos hasta ahora a Dibu; Hakimi, Romero, Gvardiol, Tagliafico; en el medio Modric, con Sofyan Amrabat, el pelado número 4 de Marruecos y nacido en Países Bajos, que juega en la Fiorentina y que la rompió; y Antoine Griezmann, que fue motor de Francia. Arriba pondríamos entonces, además de Messi y Mbappé, a Julián Alvarez, que se ganó un lugar con prepotencia de trabajo goleador; o al puntero derecho de Inglaterra, Bukayo Saka, un enorme gambeteador.

Amrabat la rompió toda con Marruecos y ahora lo busca el Atlético de Madrid. (EFE)

Y nos quedan afuera notables futbolistas como los ingleses Harry Kane y Jude Bellingham y el alemán Ilkay Gündogan, la revelación Enzo Fernández, Ángel Di María y Richarlison, entre muchos otros. Fue este un gran Mundial. Y como toda selección, ésta es arbitraria y queda abierta para la discusión.