“Medios en guerra” es el título del libro mediante el cual sus editores, Guillermo Mastrini y Martín Becerra, ponen  en debate el resultado de las políticas de comunicación durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, cuya principal manifestación fue la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA, 26.522) y la ofensiva lanzada contra esta norma por el gobierno de Cambiemos desde el mismo día que asumió Mauricio Macri la Presidencia de la Nación. El subtítulo de la obra, que recopila el trabajo de distintos investigadores de los temas de comunicación, sintetiza en buena forma sus contenidos: “Balance, crítica y desguace de las políticas de comunicación 2003-2016”.

El trabajo comienza con un capítulo de los editores (ambos reconocidos investigadores de comunicación que se desempeñan en la Univ. Nacional de Quilmes) en el que se exponen no solo los contenidos fundamentales de la LSCA sino también su proceso de construcción. “La política de comunicación de los gobiernos kirchneristas –dicen los autores– desafiaron la impronta histórica que estas tenían”, apoyadas “en un aparato conceptual más cercano a la sociedad civil y a la academia que al sector empresarial, la regulación en la materia propuso una nueva agenda donde primaron conceptos como derechos humanos, participación, además de restricciones a los procesos de concentración”. El texto, que en general reconoce y valora lo hecho en la materia durante el kirchnerismo es al mismo tiempo crítico respecto de la implementación de la norma, subrayando aspectos negativos como las “decisiones controvertidas de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) en temas tales como la asignación de frecuencias a organizaciones sin fines de lucro” o “el mandato de pluralismo político que la ley establece para los medios públicos”, siendo este último punto una de las principales críticas que tanto Becerra como Mastrini han sostenido no solo en esta obra sino en distintos foros académicos y políticos. Porque, dicen respecto de los medios estatales, que si bien “se fortalecieron instituciones dotándolas de infraestructura y mayor presupuesto” no se logró “romper la histórica dependencia de los medios de propiedad estatal de la agenda informativa y editorial del gobierno”. A ello se suman, entre otros, los señalamientos sobre lo que se considera un uso inadecuado de la publicidad oficial por parte del kirchnerismo.

En un análisis que solo contempla las primeras medidas del macrismo en la materia Becerra asegura que “el carácter general de los cambios dispuestos implica regresiones en torno a derechos que habían sido reconocidos por las regulaciones previas, pero que no se habían materializado dado que hasta 2015 se subordinó la aplicación de la ley a la guerra que enfrentó al kircherismo con el Grupo Clarín, que comenzó en 2008”.

El libro incluye aportes de Santiago Marino (“Los claroscuros de las políticas de comunicación”), Agustín Espada (“Una oportunidad perdida: la ley y los medios de comunicación sin fines de lucro”) y Lorena Retegui (“Acceso y participación de la sociedad civil: una plataforma de créditos y deudas”). Todos los autores están vinculados a la Maestría en Industrias Culturales, Política y Gestión de la Universidad Nacional de Quilmes.

En línea con la mirada crítica de los editores al analizar las políticas de comunicación del kirchnerismo Marino concluye que “la dimensión de la transformación –materializada en la ideal del cambio de paradigma en la relación Estado-medios concentrados– se precipita y ve suavizados sus impactos toda vez que se constata que lo articulado en la letra de ley no se condice con lo actuado en la aplicación”. Y que “el cúmulo de buenas intenciones ejecutadas con objetivos contradictorios limitaron las posibilidades de cambio”.

El trabajo, editado por Biblos en Buenos Aires y que cuenta con prólogo de la periodista María O’Donnell, resulta sumamente valioso no solo para especialistas e investigadores de la comunicación, sino que es accesible para cualquier persona interesada que intente comprender la realidad argentina en cuyo escenario tiene una enorme importancia todo lo que sucede en materia de políticas de comunicación. Si bien no se trata de un aporte coyuntural, es no obstante un insumo para entender también situaciones como las que se enfrentan actualmente ante la fusión entre Telecom y Cablevisión Holding o el intento oficial de privatizar parte importante del desarrollo del programa Arsat.