Una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) visitó en prisión al expresidente peruano Pedro Castillo y aprobó las condiciones de su reclusión en una base policial al este de Lima.

"Acompañamos a equipo técnico de la CIDH en visita al penal de Barbadillo donde está recluido el expresidente Pedro Castillo", informó la Defensoría del Pueblo peruana. "Nos entrevistamos con el exmandatario y su defensa técnica y verificamos que condiciones de reclusión se ajustan a las previstas en Código de Ejecución Penal", agregó.

Según el Instituto Nacional Penitenciario, la visita se hizo en la prisión de Barbadillo, ubicada al interior de una base policial al este de Lima, donde el exgobernante cumple 18 meses de prisión preventiva acusado de rebelión.

La delegación de la CIDH está en Perú en el marco de visita de trabajo de tres días, en las que se investigará los hechos de represión en las manifestaciones a favor de Castillo que dejaron decenas de muertos a causa de una represión policial calificada de "abusiva y salvaje" por amplios sectores de la sociedad, y también por organismos internacionales.

Representantes de la CIDH se reunieron también con autoridades de Ayacucho, donde al menos 10 personas murieran luego de la represión desatada por las fuerzas militares  bajo el amparo del decreto de "estado de excepción" dispuesto por Boluarte.

En su visita, conversaron también con "organizaciones, movimientos sociales y personas líderes de pueblos indígenas para recibir información sobre las protestas y el contexto de la crisis institucional", dijo en redes sociales la CIDH, organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA).

En un comunicado, la ONG Human Rights Watch pidió a las autoridades de Perú "realizar investigaciones inmediatas, exhaustivas e independientes" sobre el "asesinato" de manifestantes.

El 7 de diciembre, Castillo intentó cerrar el Congreso, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto, pero no tuvo respaldo institucional y fue detenido bajo cargos de rebelión. La policía lo detuvo horas después de su destitución cuando intentaba llegar a la embajada de México para solicitar asilo.