Una mujer presidirá por primera vez la Suprema Corte de México, tras la elección este lunes de Norma Lucía Piña, un proceso marcado por la polémica en torno a otra candidata señalada de haber plagiado su tesis de grado.

Especialista en derecho constitucional, Piña, de 63 años, encabezará el máximo tribunal hasta 2026, luego de recibir el voto de seis de los once magistrados.

"Reconozco la importantísima determinación de la mayoría de este tribunal pleno de romper lo que parecía un inaccesible techo de cristal", destacó la presidente en un discurso leído tras asumir el cargo.

"Me siento acompañada, respaldada, acuerpada por todas ellas, por todas nosotras. Me siento muy fuerte porque sé que estamos todas aquí, nos colocamos por primera vez al centro de la herradura de este tribunal pleno, demostrando que sí podemos", añadió Piña, quien ha defendido el derecho al aborto como magistrada.

La jueza también honró "a las que ya no están", en referencia a las víctimas de la violencia de género, una plaga contra la que prometió trabajar.

Asimismo, se comprometió a luchar "por una sociedad más justa, más igualitaria, sin violencia contra las mujeres. Ese es un anhelo, que no les quepa duda", resumió.

Piña, ministra desde 2015 propuesta por el expresidente Enrique Peña Nieto, resultó favorecida luego de la deliberación que constó de tres rondas de votación y en la que disputó el cargo con el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.

Las sospechas del plagio

La elección para sustituir a Arturo Zaldívar se dio en medio de una controversia por la publicación en varios medios críticos con el Gobierno de un análisis realizado por un profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México en el que acusaba a otra aspirante a la presidencia de la Suprema Corte, la magistrada Yasmín Esquivel, de plagiar su tesis de graduación en 1987.

Esquivel, quien niega esos señalamientos y denunció el caso ante la Fiscalía, es vista como cercana al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien denuncia que el "poder judicial está secuestrado", por lo que "hace falta una renovación profunda" que ponga fin al "influyentismo" y la impunidad.

Previo a la votación, la jurista denunció que las acusaciones constituían una "manipulación" para "incidir" en el proceso de elección.

Por su parte, el mandatario izquierdista, quien considera los señalamientos contra Esquivel como un ataque en su contra, anunció este lunes que iba a reconocer a cualquiera que resultara ganador. "Ni modo que vamos a declararle la guerra al poder judicial", sostuvo, remarcando que debe prevalecer la colaboración e independencia de poderes.

Esquivel acusa a otro abogado, Édgar Báez, del plagio de partes de su tesis.

Un dictamen de la Fiscalía de Ciudad de México, difundido este lunes por medios locales, descarta que la magistrada hubiera plagiado el trabajo de grado y cita una declaración notariada de Báez en la que admite "haber tomado 'varias referencias y texto' del proyecto" de Esquivel.

Sin embargo, en una entrevista publicada el pasado sábado por el diario Eje Central, Báez aseguró que la tesis con la que se graduó un año antes que Esquivel es de su autoría.

El caso también es investigado por la UNAM, que otorgó los títulos.

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