Dicen que a la oportunidad la pintan calva. Si se la tiene enfrente, más vale ser rápido, porque una vez que pasó ya no hay de dónde agarrarla. Exactamente eso es lo que parece haber ocurrido con unos afiches de campaña que amanecieron pegados desde el lunes en las paredes de Mar del Plata. Los carteles, en apoyo a una eventual candidatura presidencial del jefe de Gabinete, Juan Manzur, decían sólo Juan XXIII, y estaban firmados por la agrupación La Rucci. Su foto (la de los afiches), empezó a circular por las redes. En menos de un minuto alguien les había borrado la firma de la agrupación La Rucci. Quedaron carteles con sólo el Juan XXIII, a secas, que muchos militantes interpretaron como el lanzamiento de una candidatura de Juan Grabois. Al dirigente social, amigo del papa Francisco, los números romanos le iban justo.
Quizás tan desorientado como cualquiera ante esta fake -o tal vez no tanto-, el propio Grabois retuiteó la imagen de los afiches. “Recibí un montón de mensajes pero juro que no sé quién los pegó. Sobre candidaturas charlamos más adelante”, escribió en sus redes sociales. Los afiches siguieron circulando entre apoyos efusivos e insultos, las reacciones que polariza el dirigente social. La campaña ya estaba robada.
Tanto Manzur como Grabois tienen aspiraciones presidenciales. Los allegados al jefe de Gabinete no lo desmienten, aunque aclaran que todavía no decidió nada: por ahora, lo que dice abiertamente es que piensa en volver a Tucumán, su provincia, donde el gobernador interino Osvaldo Jaldo (PJ) será candidato a gobernador. “Manzur probablemente lo acompañe como candidato a vice”, anticipan sus colaboradores. Las elecciones en Tucuman serán en mayo, lo que le da tiempo a jugar en las presidenciales si así lo quiere.
Lo que sí está confirmado es que los afiches originales fueron impresos por La Rucci, una agrupación del gremio de los bancarios que tiene como referente al diputado Carlos Cisneros, que es de Tucumán. Los pegaron en Mar del Plata, el día después de que Manzur dijera -según publicó el periodista Pablo Ibáñez, en eldiario.ar-, que va a ser el candidato del presidencial del Frente de Todos. "Alberto no puede ser, Cristina no quiere ser, a Sergio no le va a ir bien con la inflación... el candidato voy a ser yo", habría dicho el tucumano. El lunes fue su cumpleaños, una razón extra para instalar su nombre en las paredes.
Durante la jornada, Manzur siguió la agenda pautada para la Jefatura de Gabinete. Recibió a Martín Gill, intendente de Villa María, y mantuvo después un encuentro de trabajo con el ministro de Educación, Jaime Perczyk, sin hacer comentarios sobre candidaturas y afiches. Fuentes cercanas aclararon que no dejará la Casa Rosada hasta que esté mas cerca la elección tucumana.
Grabois sí ha dicho que quiere ser candidato, aunque lo supedita a que no se presente el ministro más cercano a Cristina Kirchner, Eduardo "Wado" de Pedro, a quien viene acompañando en sus viajes por el país. “Estamos desarrollando un plan quinquenal junto a Wado de Pedro, queremos que los candidatos competitivos lo tomen y lo firmen”, dijo Grabois a Página/12.
Agregó que su piso “es un lote para cada familia sin vivienda propia, una quinta para cada pequeño productor frutihortícola y derechos laborales para los trabajadores informales”.
En el Frente de Todos ya es considerado un hecho que, de no presentarse De Pedro, Grabois iría a las PASO en representación "de los movimientos sociales". Es una generalización demasiado amplia, pero se refiere a un hecho cierto: hay una base social, entre los más pobres, que tiene idas y vueltas con el peronismo, pero que ama a Cristina. Y en parte está organizada dentro de los movimientos sociales, junto a jóvenes militantes de las clases medias.
“Sería criminal que en esta elección no esté representada ni nuestra generación ni nuestra orientación política, que implica mayores niveles redistributivos y de confrontación con el poder real, como el FMI, la mafia judicial y los sectores económicos concentrados”, asegura Grabois.