La inflación de diciembre fue de 5,1 por ciento según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) este jueves. De esta manera, en los doce meses del 2022 el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló una suba del 94,8 por ciento, la inflación más alta desde 1991. 

En AM750, el economista del Instituto Estadístico de los Trabajadores de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), Fabián Amico, explicó que si bien "hay un sendero de tendencia muy suave hacia la baja, estamos en una situación de fragilidad porque no se sabe bien algunas variables clave qué desempeño van a tener los próximos meses". 

Entre los rubros que más crecieron se encuentran: Restaurantes y hoteles (7,2%), Bebidas alcoholicas y tabaco (7,1%), Equipamiento y mantenimiento del hogar (5,9%), Transporte (5,8%) y Salud (5,7%). Todas las categorías aumentaron por encima del promedio de inflación de diciembre. 

Sin embargo, el economista sostuvo que "el índice sigue siendo impulsado por Alimentos y bebidas (4,7%), pese a que crece un poco por abajo del promedio, simplemente porque pesa más dentro de la canasta. Por ejemplo, en el Gran Buenos Aires es alrededor del 25% de la canasta".

Por otra parte, Amico consideró que podría haber una baja más pronunciada de la inflación en los próximos meses si el Banco Central logra consolidar la política cambiaria. 

"Lo que ocurra en febrero depende mucho del cierre de la política cambiaria, a qué ritmo ajuste el tipo de cambio oficial, que sigue siendo el regulador principal de todos los precios de la economía. Es decir, si el Banco Central consolida una baja adicional en la devaluación que está haciendo del tipo de cambio, podría llevar a que los precios incluso caigan por abajo del 5% mensual", argumentó en Aquí, Allá y en Todas Partes.

Por último, advirtió que en el corto plazo se debe observar también como evoluciona el impacto del aumento de tarifas, la presión sobre el tipo de cambio oficial y la brecha con el dólar informal.