La presidenta del Foro Permanente de Afrodescendientes de las Naciones Unidas y exvicepresidenta de Costa Rica, Epsy Campbell, solicitó a la Iglesia católica que pida "perdón por la complicidad, así como el estímulo directo e indirecto a las atrocidades sufridas" por millones de personas víctimas de esclavitud.
En una carta dirigida al papa Francisco, enviada el pasado 3 de enero y divulgada este jueves, Campbell pide el perdón, reparación y reconciliación de la Iglesia católica con el pueblo afrodescendiente del continente americano y el Caribe, en el marco de la ruta del acuerdo sobre la Fraternidad Humana.
"El objetivo radica en solicitarle que la Iglesia católica pida perdón por la complicidad, así como el estímulo directo e indirecto a las atrocidades sufridas por millones de personas, víctimas de la trata trasatlántica de personas africanas y su consecuente esclavización por más de tres siglos. Así como también, la Iglesia lo ha reconocido en reiteradas ocasiones con los pueblos indígenas y originarios", dice la misiva.
En el documento la exvicepresidenta costarricense también destaca la "enorme vocación de diálogo", del papa Francisco, "para construir puentes de diálogo, entendimiento y reconciliación, y para pedir perdón en aquellos errores históricos en los que la Iglesia católica ha sido parte".
"El pedido de perdón a descendientes de personas esclavizadas, es un camino histórico necesario que contribuye con fraternidad humana, la reconciliación y la reparación del daño a millones víctimas (...) El perdón, como usted lo ha dicho en reiteradas oportunidades, debe ser un perdón acogedor, que abrace a las víctimas; que permita reconciliación, para una reunificación fraterna con los hermanos afrodescendientes", explica la carta.
Campbell reconoce los "esfuerzos internos de la propia Iglesia", llevados a cabo durante el año pasado, a través de una delegación de líderes que conformaron el denominado Círculo Global para Reparaciones y Sanación, y agregó que "el perdón debe de hacerse a la brevedad posible, para que no se siga asentando el resentimiento y el dolor".
"No podemos cambiar la historia, ni podemos recuperar las miles de vidas perdidas en uno de los mayores genocidios de la historia. Pero sí podemos aceptar errores históricos, pedir perdón y construir un futuro mejor, y evitarle a nuestros niños negros, y a las próximas generaciones de afrodescendientes, más dolor y sufrimiento", finaliza el texto.
Datos citados por Campbell, indican que en América Latina viven más 200 millones de afrodescendientes, que sufren racismo sistémico y que hasta la fecha siguen pagando las consecuencias de esa historia de esclavitud con pobreza, desigualdad, exclusión y racismo.