Jorge Drexler encabezará un encuentro cultural este martes 24 de enero en Madrid como representante de la cultura iberoamericana en el marco del Día Mundial de la Cultura Africana y Afrodescendiente que se celebra cada 24 de enero desde el año 2019, cuando en su Conferencia General 40° lo declaró la UNESCO. La actividad forma parte de una iniciativa de la SEGIB (Secretaría General Iberoamericana) y Casa de América y tendrá lugar en el anfiteatro Gabriela Mistral donde contará con un espacio de taller en el que está pautado que el músico de cuenta de la importancia de la música afrodescendiente y su aportación a la cultura iberoamericana.

Este evento desató gran controversia en las redes sociales, donde muchos expresaron su repudio frente al hecho de que el compositor uruguayo sea erigido representante de la cultura afrodescendiente, no siendo él afrodescendiente. Más allá de la cuestión individual de parte del músico, que en el mejor de los casos no atendió a cómo es utilizada su figura por terceros, el hecho pone de manifiesto la estructura que se encuentra detrás del evento, y como ésta socava el verdadero motivo de la celebración propuesta originalmente por UNESCO.

El afiche de la polémica: luego de las críticas en redes la SEGIB dio de baja esta imagen.

A fines de 2021 un caso similar fue el del artista J Balvin, este había sido nombrado ganador del premio Mejor Artista Afrolatino por la AEAUSA (African Entertainment Awards USA). En su momento, el artista aclaró que no era afrodescendiente pero que aceptaba con gratitud el premio. Las redes sociales no tardaron en arder, señalando que Balvin debería cortés pero rápidamente rechazar el premio y dar el lugar que se merecen los artistas afrodescendientes. Balvin no hizo tal cosa; la organización responsable acabó por cambiar el nombre del premio a “mejor artista latino del año”.

El 24 de enero para nuestras latitudes es la celebración de nuestra tradición, porque la cultura afrodescendiente no es solo un aporte, sino que es parte constitutiva de la creación de los Estados nación y todo lo que ello implica. La música afrodescendiente es el candombe, es la milonga, es la chacarera, es el tango; y sin dudas hay músicos afrodescendientes que la representan. La elección de un músico que no es afrodescendiente para representar este día es la repetición de una práctica racista que lleva siglos. Si Drexler no corrige el rumbo se convertirá en otro J Balvin y no habrá nada nuevo. Si Drexler hace lo correcto, puede que mañana haya otro ocupando ese lugar, porque detrás de este acto de apropiación cultural queda en evidencia también las prácticas racistas de ciertas instituciones internacionales.