La Justicia estadounidense ordenó al Instituto de Artes de Detroit (estado de Míchigan) a retener una pintura de Vincent Van Gogh de 1888, luego de que un coleccionista brasilero exigiera su devolución.

La determinación fue tomada por el juez federal de distrito George Caram Steeh, quien desestimó la demanda del coleccionista brasileño Gustavo Soter, según el diatio The Detroit News.

La demanda afirma que Soter compró la pintura que muestra a una mujer con un libro, titulada La lectora de novelas, pero que “un tercero” se apropió de la obra y ha estado desaparecida por casi seis años. La pintura al óleo sobre lienzo, que según la demanda vale más de 5 millones de dólares, formó parte de la reciente exhibición del Instituto de Artes de Detroit Van Gogh in America (Van Gogh en América).

Steeh dijo en su fallo del 20 de enero que la pintura no podía ser confiscada porque estaba protegida por una ley federal que da inmunidad a las obras de arte extranjeras exhibidas en Estados Unidos.

En esta línea, la corte de apelaciones ordenó al museo retener la posesión de la pintura, argumentando que una apelación presentada por la firma de corretaje de Soter, Brokerarte Capital Partners, LLC, “presenta asuntos en su noción que merecen un alegato y consideración razonados”.

El caso

Gustavo Soter, un coleccionista brasileño, busca recuperar un del reconocido artista neerlandés que está expuesto en la mencionada exhibición y que supuestamente, le robaron tras comprarlo por 3,7 millones en 2017.

Precisamente, el demandante exige el Instituto de Artes de Detroit (DIA, en inglés) no devuelva el cuadro cuando termine la muestra, que tiene abierta hasta el próximo 22 de enero, para permitirle así recuperarlo.

Se trata de la obra "La lectora de novelas" (1888), en la que el pintor holandés delinea con un trazo negro y ancho la figura de una mujer que sostiene un libro, en tonos amarillentos, y que estima hoy en un valor de 5 millones de dólares.

Según los documentos, el vendedor transfirió su posesión, pero no su titularidad, a una tercera parte que se "fugó" con él y que había mantenido en paradero desconocido la obra.

Recientemente, descubrió que estaba en el DIA, "aparentemente prestada por una colección privada", por lo que reclamó que el museo no se la devuelta a esa entidad o "perderá la oportunidad de recuperarla", indicó Soter.

El museo, por su parte, manifestó que está al tanto de la demanda y que aceptó el préstamo siguiendo las buenas prácticas del sector, por lo que está sujeto a la legislación federal.

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