Los precios internacionales de las commodities alimentarias retrocedieron 0,8 por ciento en enero y es la décima caída mensual consecutiva, según informó la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). La situación contrasta con inicios del año anterior cuando los precios subieron 2,8 promedio en el primer bimestre y 13,1 por ciento en marzo debido al impacto de la guerra en Ucrania. Son vientos más amables que llegan desde la economía internacional como antesala al relanzamiento de Precios Justos, que propone una cesta congelada y otra con aumentos del 3,2 por ciento mensual hasta junio.

Respecto del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022, los precios promedio de las commodities disminuyeron 17,9 por ciento. El índice de la FAO abarca carnes, productos lácteos, cereales, aceites y azúcares. 

Para un país como Argentina son relevantes los cereales y aceites porque tiene mayor presencia en esos mercados mundiales. La medición para inicios de 2023 marcó un leve alza en cereales del 0,1 por ciento respecto a diciembre, empujada principalmente por el brinco del arroz. En tanto el maíz, que es el principal cereal de exportación argentino aportando 9.300 millones de dólares a la balanza comercial en 2022, aumentó ligeramente y debido en parte a los efectos de la sequía en estos lares. El trigo, en tanto, aportó 4.300 millones de dólares en 2022 y su valor descendió 2,5 por ciento mensual en enero y por tercer período consecutivo: hay mayor producción a la prevista en Australia y Rusia, aclara FAO.

El maíz importa para Argentina no solo en materia de dólares sino porque sirve de alimento al ganado, de modo que su evolución presiona sobre los costos de producción de la carne. En cuanto al mercado cárnico, Argentina no es un jugador mundial relevante, si bien ha incrementado su presencia en China ultimamente, Brasil y Estados Unidos tienen posición dominante, y el contexto mundial llevó a que los precios hayan caído 0,1 por ciento. En tanto, la situación local dista de aquella, pues luego de registrarse aumentos de entre un 25 y 30 por ciento en los precios de hacienda, empezó a subir el valor en los mostradores de supermercados y carnicerías, en buena medida para recomponer el retraso de cincos meses de estabilidad producto de la sobreoferta de ganado. Los especialistas aún desconocen si la situación actual se trata de un techo o un anticipo de nuevos aumentos.

El precio internacional del trigo viene cayendo desde noviembre, según la FAO. Eso va a presionar sobre la balanza comercial argentina puesto que la cosecha se vio muy perjudicada por la sequía: fue la peor en los últimos siete años. La tonelada de exportación se ubica en 190 dólares al mes de enero mientras en marzo de 2022 alcanzaba los 250 dólares: fue el commodity que más subió fruto del conflicto armado entre Rusia y Ucrania dado que ambos son importantes productores. Cabe también recordar que en diciembre pasado, el secretario de Comercio, Matías Tombolini, aprobó un aumento del 4 por ciento en el precio de la harina 000 subsidiada para la elaboración de pan en el marco de los acuerdos amplios de Precios Justos.

En cuanto al precio de los aceites vegetales, la FAO estimó una caída del 2,9 por ciento. Y puntualmente sobre el aceite de soja, que exportó Argentina por 6.500 millones de dólares en 2022, advirtió que se encuentra en niveles poco competitivos en comparación con otras variedades vegetales. La FAO apuntó además un retroceso en el precio del aceite de girasol, que Argentina exportó en 2022 por 1.300 millones de dólares. En estos casos también el descenso del precio internacional resultará negativo para la acumulación de divisas.

Por último, respecto de la dinámica inflacionaria interna en materia de alimentos incide no sólo el valor de las commodities internacionales (trigo, maíz, soja) sino, y especialmente, el costo de la carne y de otras frutas y verduras frescas cuyo precio es difícil de regular a través del Mercado Central. Por eso desde el ministerio de Economía estudiaban la posibilidad de incorporar a ese sector al acuerdo de Precios Justos, ya que viene registrando alzas aceleradas según advirtieron las consultoras. Sin embargo no hubo novedades en el anuncio que realizó el jueves el ministro Massa. Las frutas y verduras aumentaron un 13,7 por ciento en enero según relevamiento del CESO.