Desde La Pampa
La dirigencia del PRO nacional y sobre todo el alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta que puso a jugar a su delfín Martín Maquieyra, se exponen este domingo en la primera elección del año: la interna de Juntos por el Cambio en La Pampa define quién será el candidato a gobernador. El joven dirigente del PRO confronta contra el también diputado nacional Martín Berhongaray, apoyado por la estructura de su partido y perteneciente al sector Evolución, que lidera Martín Lousteau.
La interna entre el PRO y la UCR se da en el marco de un sistema “a la pampeana”, que no es estrictamente una PASO: la asistencia a la elección no es obligatoria y permite la participación de independientes y de personas afiliadas a los partidos involucrados en la alianza. La única puja provincial es la de Juntos por el Cambio, ya que otras cinco fuerzas políticas acordaron listas de unidad. El peronismo solo tendrá enfrentamientos para definir candidaturas a la intendencia en 6 comunas.
Están habilitadas para votar en la provincia 238.232 personas: 222.160 independientes, 14.662 personas afiliadas a la alianza opositora y además 1.410 afiliados y afiliadas al frente oficialista, que solo podrán sufragar en sus internas locales.
Pronóstico reservado
La temporada de verano, con temperaturas que en la provincia superan los 35ºC, instala el interrogante respecto de la participación del electorado: esa característica convierte a la elección en un trámite de pronóstico reservado. El antecedente más parecido se dio en el año 2019, cuando para la misma época y con el mismo objetivo, el radicalismo impuso la candidatura de Daniel Kroneberger al vencer al PRO de Carlos Javier Mac Allister por 65,6 por ciento a 34,3 por ciento. En esa ocasión votaron menos de 30.000 personas.
El oficialismo mira la elección de reojo: el gobernador Sergio Ziliotto irá por la reelección en las elecciones generales del 14 de mayo, encabezando al Frente Justicialista Pampeano después de acordar una lista con participación de todos los sectores internos. Este domingo el peronismo solo tendrá internas para definir candidaturas locales en Rancul, Doblas, Arata, Caleufú, Quehué y Maisonnave.
Para este año, Juntos por el Cambio se generó fuertes expectativas de terminar con el invicto que tiene el peronismo pampeano, que nunca perdió una elección por la Gobernación desde el regreso de la democracia. El año pasado se dio una situación histórica: la alianza opositora venció en la legislativa nacional y se quedó por primera vez con dos bancas en el Senado.
Aunque hubo espacios de ambos bandos que buscaron la unidad con la candidatura de Kroneberger, que asomaba como el postulante natural después del triunfo de 2021, las pujas sectoriales impusieron su lógica y sobre todo Larreta y el PRO nacional forzaron la candidatura de Maquieyra (34 años) con la esperanza de modificar los liderazgos territoriales (la alianza en La Pampa la comanda la UCR).
Fortalezas y debilidades
Tras la deserción de Kroneberger y una complicada definición de sus candidaturas, el radicalismo optó por provincializar la elección, en una apuesta a su extendida red de comités y afiliaciones en distintos puntos de la provincia. Pero en el cierre de campaña, la plana mayor de la UCR nacional, con Gerardo Morales y Lousteau incluidos, desembarcó en la provincia y protagonizó este jueves el acto más masivo de la etapa proselitista.
El PRO nacional -y especialmente porteño- puso toda la carne en el asador y colocó la elección en la escena nacional: Larreta, el expresidente Mauricio Macri, la titular de Propuesta Federal Patricia Bullrich y la diputada nacional María Eugenia Vidal fueron algunas de las figuras que desfilaron por La Pampa en las últimas semanas para dar apoyo a Maquieyra.
La UCR pampeana cuestiona la intromisión de la dirigencia porteña del PRO y por eso agita su slogan “Primero La Pampa”. Berhongaray (44 años), hijo del histórico dirigente alfonsinista Antonio “Pacheco” Berhongaray chicaneó en campaña a su contrincante: “cuando algunos empezaron a caminar la provincia, yo ya le había dado 20 vueltas”.
El radicalismo pretende hacerse fuerte a partir de su presencia en casi toda la provincia (La Pampa tiene 80 comunas), y especialmente en algunas ciudades importantes donde gobierna los municipios, como General Acha, Eduardo Castex, Victorica o Guatraché.
Maquieyra contraatacó diciendo que en la elección el radicalismo puede contar con la simpatía justicialista porque el oficialismo prefiere un candidato “más débil”. “La oposición no tiene que jugar a ser segunda”, dijo el legislador.
El diputado nacional amarillo ha sido en los comicios previos un fenómeno electoral en General Pico, donde aspira a hacer una diferencia, como en otras ciudades de la zona norte, la más rica de la provincia a partir de su intensa actividad agropecuaria. La campaña del PRO estuvo basada fundamentalmente en las visitas nacionales y las redes sociales.
La jugada proselitista del radicalismo es más tradicional. Espera una victoria en la capital, Santa Rosa, donde además hay una pelea por la candidatura a la Intendencia, ahora en manos del camporista Luciano di Nápoli. En ese caso, el radical Francisco Torroba -que fue intendente entre 2008 y 2011- compite con el diputado provincial macrista Martín Ardohain, con un tercero en discordia que es Federico Roitman. El padrón habilitado para Santa Rosa es de 71.586 votantes.
La oposición también definirá candidaturas locales en otros seis puntos: General Pico, Colonia 25 de Mayo, Ingeniero Luiggi, Miguel Cané, Sarah y Toay. Además, “Juntos” resolverá la lista de 30 bancas legislativas provinciales, para lo que se aplicarán el sistema D’Hondt y, por primera vez, la Ley de Paridad provincial que determina la aparición alternada de hombres y mujeres en esa nómina.