Durante el día hay acciones que realizamos casi de manera automática, sin saber o sin preguntarnos el porqué. Apostados sobre esta premisa, dos investigadorxs argentinxs se propusieron responder a un acto que no lo cuestionamos pero que, sin duda, lo tenemos: usar siempre -o casi siempre- una misma hornalla de la cocina.

En un estudio reciente, titulado “Análisis de preferencias de hornallas”, Valeria Edelsztein y Sebastian Waisbrot se propusieron desentrañar esta incógnita que, a medida que lo pensas, más te desvela. “Nos embarcamos en este estudio para tratar de entender si existe alguna motivación para tener una hornalla favorita. Miles de respuestas, horas de debate, ríos de tinta (electrónica), toneladas de análisis después llegamos a algunas conclusiones”, expresaron los investigadores.

La principal conclusión a la que arribaron fue que, al momento de encender la cocina, prefiere utilizar la hornalla de adelante y a la derecha. Esa opción fue la más votada (1.750 sobre una encuesta total de 4.949 personas). En segundo lugar, quedó la de adelante y a la izquierda, con 1.600 votos. Las menos elegidas fueron atrás a la derecha y atrás a la izquierda.

Para saber cuál es LA hornalla favorita, Edelsztein y Waisbrot plantearon una serie de hipótesis: ¿influye ser diestro o zurdo? ¿la posición de la mesada incide en la preferencia?; ¿la seguridad infantil determina la elección? ¿la intensidad es la clave? ¿la altura tiene algo que ver?

Respecto a la primera pregunta concluyeron que “la lateralidad no parecería influir en nuestro favoritismo hornallil”. Asimismo, el estudio permitió determinar que se usa más la hornalla que está del lado de la mesada, lo cual respondería a una cuestión de “comodidad”, pero tampoco es un factor determinante.

Además, integrantes de la muestra que tienen hijos/as reconocieron que “se usa más la hornalla de atrás”. Sin embargo, esto “no llega a ser la mayoría de los casos”.

También, mediante la investigación se pudo inferir que, al momento de elegir, de manera consciente y no por azar, se opta por la hornalla más fuerte, de llama más intensa. “Las hornallas más fuertes suelen ser preferidas a las demás”, detalló el estudio.

“Para llegar a esta conclusión primero tuvimos que analizar cuál era la probabilidad aleatoria de elegir esa hornalla. Entonces, por ejemplo, si las 4 hornallas funcionan y solamente una es alta, la probabilidad de elegirla al azar es 1/4 (0,25) pero si hay dos hornallas altas, se convierte en 2/4, es decir 0,5”, explica el documento.

También, fue posible conocer que “se usan más las hornallas de atrás si la persona es alta”. “La gente cuyo favoritismo hornallil se inclina por las de atrás es, en promedio, 2 cm más alta”.

Hacia el final, un dato no menor que aporta la investigación es que “¡Mucha gente prende las hornallas con encendedores!”. Pero, sobre todo,  se enfatiza en la condición de este pequeño artefacto proveedor de fuego. “Varias de estas personas lo hacen con encendedores sin gas o rotos”, expuso el informe.