El presidente de Brasil, Lula da Silva, anunció el relanzamiento de un plan de vivienda que quedó estancado durante el gobierno del exmandatario Jair Bolsonaro. El líder del Partido de los Trabajadores (PT) realizó una entrega simultánea de 2.745 viviendas en los estados de Bahia, Goiás, Minas Gerais, Paraíba, Pernambuco y Paraná. 

"La rueda gigante de Brasil empieza a girar a partir de hoy con la entrega de la llave de la casa de una mujer", celebró Lula en su discurso.

Plan de vivienda

El plan Mi Casa, Mi Vida estaba frenado desde 2016 con la destitución de la entonces presidenta Dilma Rousseff. El programa fue creado en 2009 durante el segundo  mandato de Lula. Con la llegada de Bolsonaro a la presidencia el programa de vivienda tuvo un cambio abrupto: comenzó a ser desfinanciado y el enfoque en las familias con ingresos bajos.

Bolsonaro además le cambió el nombre al plan que pasó a llamarse “Casa Verde y Amarilla”, por los colores de la bandera de Brasil utilizada por el exmandatario para reforzar el patriotismo.

Según el gobierno de Lula, las viviendas que fueron entregadas esta semana ya estaban casi terminadas en 2019 (año en el que asume la presidencia Jair Bolsonaro) pero las obras habían sido abandonadas.

"Es posible reconstruir este país, necesitamos empleo, aumentar el salario y mejorar la educación; todavía tenemos que sacar a los bolsonaristas que están infiltrados en la administración pública", agregó.

El enfoque social

Retomar el enfoque en las familias con menos ingresos es una de las principales prioridades planteadas por el gobierno brasileño.

Por eso, Lula volvió al plan inicial centrado en familias que tienen ingresos menores a dos salarios mínimos (unos 530 dólares, tomando como referencia el aumento al salario mínimo que regirá a partir de mayo).

Lula viajó a Santo Amaro, ubicado en la región del Recóncavo en el estado de Bahía, para anunciar la puesta en marcha del plan. En esta localidad el 96% de las obras estaban paralizadas desde la destitución de Rousseff y fueron terminadas en los últimos treinta días.

"Tenemos 14.000 obras sin terminar y tenemos que reiniciarlas", sostuvo Lula. Durante el acto del mandatario brasileño el gobierno realizó la entrega en simultáneo de 2.745 viviendas en los estados de Bahia, Goiás, Minas Gerais, Paraíba, Pernambuco y Paraná.

Entre los anuncios que dio el mandatario brasileño está el relanzamiento del programa social para abastecer de agua y cisternas el noreste, la región con mayor sequía y pobreza del país.

Además, está previsto que en marzo reinicie el pago del plan Bolsa Familia que será de 600 reales (120 dólares) más 150 reales (30 dólares) por hijo.

Déficit de vivienda creció durante el último gobierno

La puesta en marcha del programa de vivienda también tiene como objetivo construir unas dos millones de casasdurante los cuatro años de gestión de Lula. Además, las viviendas contarán con un subsidio de la banca estatal que será del 80%.

El programa también tiene como prioridad a las familias en situación de calle. Según el Gobierno, en Brasil existe un déficit de 5,8 millones de viviendas.

Según un estudio del Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea, por sus siglas en portugués), la población en situación de calle en las principales ciudades de Brasil superó las 281 mil personas en 2022, un aumento del 38% respecto a los datos de 2019. El 20% de las personas en situación de calle vive en San Pablo.

Las políticas públicas destinadas a la población con ingresos bajos fueron cesadas por Bolsonaro. Además, los brasileños más empobrecidos fueron afectados por la pandemia de covid-19. 

Esto llevó a familias enteras a vivir en carpas improvisadas debajo de viaductos o en las veredas de las grandes ciudades.