“¿En serio vos también meditás? ¡Entonces ésta es una charla entre dos meditadores!”, exclama Tim Burgess desde Manchester. Por estos días, el cantante y líder de The Charlatans está presentando Different Days, un nuevo y levitante disco de canciones con su sello manchesteriano. Con las participaciones de figuras legendarias de la ciudad como el guitarrista Johnny Marr (The Smiths) y el baterista Stephen Morris (Joy Division, New Order), y manteniendo a miembros históricos como el violero Mark Collins, el bajista Martin Blunt y el tecladista Tony Rogers, este décimo tercer disco del grupo no es ningún chamuyo.

A pura prepotencia de trabajo, The Charlatans se consolidó como una de las mejores bandas de pop inglesas, y temazos como Plastic Machinery, Spinning Out (con Paul Weller de invitado) o el tema que le da título a este nuevo disco lo confirman. “Quizás haya quedado como un ‘manifiesto’ manchesteriano, pero eso es algo que vimos cuando el disco ya había tomado forma. Tanto Johnny como Stephen suelen tocar con nosotros. La verdad es que solo intentamos hacer el mejor álbum que pudimos”, comenta sobre este discazo en el que también participan el escritor Ian Rankin y la actriz/escritora y directora Sharon Horgan.

Manteniendo siempre la productividad y la calidad, la principal fuerza de The Charlatans quizás sea su vigencia, pero aunque aún mantengan el estilo original de la banda (esa mezcla entre pop de los ‘60, psicodelia, funk y acid house) lo que sorprende es su capacidad para mantener la frescura luego de casi tres décadas en funcionamiento.

El cantante, que alguna vez dijo que si Ian Brown era una orangután entonces él era un chimpancé y que narra con impecable humor sus aventuras juveniles en sus libros Telling Stories (2013) y Tim Book Two (2016), le escapa desde hace años a los clichés del rock star: en 2006 dejó de beber y, gracias a su novia de entonces, también empezó a practicar meditación trascendental, al igual que su amigo y socio David Lynch. “Veía que la gente que practicaba meditación era diferente y me interesó, y aún sigo practicando diariamente”.

“Haber vivido siete años en Los Angeles fue como vivir en un sueño: me instalé allá porque conocí a alguien, pero también para inspirarme en The Beach Boys o The Byrds. En Manchester llueve todo el tiempo, pero ya estaba agotado de Los Angeles y me encantó reencontrarme con mi ciudad”, comenta Tim, para quien los días actuales en su ciudad son diferentes: “Tanto The Stone Roses como Happy Mondays fueron enormemente importantes para nosotros en muchos sentidos, pero también lo fueron The Hacienda y Factory Records, el local y el sello creados por Tony Wilson”.

Eso sí, este Peter Pan pop de 50 años confiesa su fascinación por Mario Kempes y su adicción al café, bebida en torno a la que montó su propio local, Tim Peaks. “No queríamos generar dinero con eso, así que las ganancias están destinadas a The David Lynch Foundation. La verdad es que soy bastante adicto al café, pero sé que hay adicciones peores, ¿no?”