Se llama Informe de Clubes 2022. Tiene un título escueto y los medios en general no le prestaron demasiada atención. Lo realizó el área de Licencias de la AFA basándose en información que aportaron sus instituciones afiliadas. 

La Asociación que cumplió 130 años el 21 de febrero, continuadora de la Argentine Association Football League nacida en 1893, difundió el trabajo que está dividido en ejes temáticos, como si fuera una memoria detallada y ampliada. Espectadores, sponsors, jugadores y jugadoras, selecciones y transferencias son algunos de los rubros que trata la cuarta edición (la primera fue en 2019). 

Incluso hay uno que describe cómo atravesó el fútbol la post pandemia. Pero es en el apartado que en teoría parece menos atractivo -Gobernanza y administración- donde se lee una definición estratégica. Es en defensa de estas sociedades civiles sin fines de lucro, que integran el patrimonio deportivo de los argentinos. Casi un compromiso a futuro que le cierra el camino a las sociedades anónimas deportivas (SAD) y la voracidad del mercado, al menos en el enunciado.

La proclama no tiene antecedentes por una razón de peso: forma parte de un documento oficial. Nunca antes la AFA se había pronunciado por escrito con esta nitidez en un tema tan sensible. Al menos desde el 20 de julio de 1999 cuando Mauricio Macri, como presidente de Boca, propuso que se aceptaran las SAD en una reunión del Comité Ejecutivo en Ezeiza y perdió la votación 38-1.

Algunos párrafos del Informe que publicó la AFA dicen:

“…nunca debemos olvidar que nuestros clubes son asociaciones civiles sin fines de lucro que tienen un deporte federado como el fútbol, pero que también cuentan con otras actividades deportivas, federadas y no federadas (muchas de ellas culturales), con gran contención social para su comunidad”.

“Resulta difícil de entender cómo es posible que aún no valoremos completamente a nuestros clubes e intentemos seguir copiando modelos que no son aplicables a nuestras realidades. ¿Acaso muchos clubes en el mundo brindan a sus comunidades lo que nos dan los nuestros? ¿Abren sus puertas en caso de una emergencia sanitaria?”.

“Es indudable que para estimarlos realmente lo primero que debemos hacer es conocerlos. Y cuando hablamos de conocerlos, nos referimos a recorrer el inmenso y hermoso territorio de nuestro país, para poder decir con gran orgullo que nuestros clubes son enormes”.

El responsable de la gerencia de Licencias AFA es el abogado Javier Vijande Penas y de los 23 años que lleva como empleado en la asociación, en los últimos cinco visitó clubes de todo el país. La suya es un área sensible por la condición de permisos que otorga. Pero el informe presentado el 25 de enero pasado incluye una definición política que condensa el sentimiento popular sobre la importancia de los clubes en el campo social.

El trabajo señala: “Hay muchos modelos de gestión en el mundo: Sociedades Anónimas Deportivas, sistemas mixtos, Asociaciones Civiles. Y gestiones malas, hay en todos esos modelos. Nadie puede garantizar que una SAD sea sinónimo de una buena gestión y que, en contrapartida, una asociación civil sea de una mala”. https://www.afa.com.ar/es/posts/informe-de-licencias-de-clubes-2022">(https://www.afa.com.ar/es/posts/informe-de-licencias-de-clubes-2022)

La AFA también se pregunta sobre el sistema de gobernanza y administración: “Una de las críticas al modelo de Asociación Civil ha sido que no son clubes lo suficientemente profesionalizados. Esto resulta extraño, ya que luego toman como modelo una Liga en donde sus dos clubes más grandes son Asociaciones Civiles, como el Real Madrid o el Barcelona FC”.

El fútbol nacional intentó asimilar el modelo español a partir de 2016 durante el gobierno del ex presidente Macri. En aquel momento, los clubes más grandes presentaron un borrador de estatuto para la AFA copiado casi íntegramente de los llamados estatutos sociales de la Liga Nacional de Fútbol Profesional española, aprobados el 17 de mayo de 2012 en Madrid. Fue una burda réplica, ya que los 121 artículos que componían aquella norma se transcribieron calcados y otros se modificaron para adecuarlos a la realidad local.

En la AFA repotenciada después del título mundial conseguido en Qatar 2022, aquel proyecto del presidente de la Liga española, el ultraderechista Javier Tebas -que viajó especialmente a Buenos Aires para convencer a los dirigentes argentinos-, hoy no tendría consenso.

Otra de las cuestiones centrales que menciona el Informe de Clubes 2022 es qué condiciones debería reunir un dirigente promedio para estar al frente de un club. Aunque deja el debate pendiente sobre su profesionalización (“será cuestión de otro momento”), señala que es aplicable la fórmula del neerlandés Víctor Küppers, un famoso conferencista motivacional. La que suma conocimiento, habilidades, más actitud y pasión. Las últimas dos según el trabajo, son las que generan un “efecto multiplicador”.

La AFA también se pregunta en el texto si hay un modelo ideal de Gobernanza y administración para sus instituciones y se responde que “no”. Pero reivindica la historia de las sociedades civiles sin fines de lucro. Se apoya en que son controladas por la Inspección General de Justicia (IGJ), la AFIP, las direcciones de Rentas, los organismos laborales y previsionales y las auditorías externas que contratan los propios clubes.

“Es importante mantener a los clubes como asociaciones civiles. Son el motor para formar y potenciar los talentos deportivos, como así también un factor clave de contención social para muchas familias, niñas y niños”, argumenta la AFA en un informe que tiene mucho más que cifras, estadísticas y ranking que explicarían apenas una parte del fútbol argentino. Si se sostiene en el tiempo, esta declaración de principios es un documento clave. Podría mantener alejados del pastel a los buscadores de rentabilidad que sobreexplotan la pasión. Los patrimonios históricos de los clubes no están a la venta.

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