A pocos minutos de iniciado el tratamiento del proyecto para expulsar a Julio De Vido del Congreso, la diputada macrista Silvia Lospennato protagonizó un duro cruce con el massismo por revelar en su discurso el contenido de un correo electrónico que el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, le había enviado en la madrugada a sus compañeros de bloque. “Somos espiados por la AFI. Esto es gravísimo porque además no tienen problema en pedir la palabra y leer el contenido de lo que dicen esos mails”, se ofendió el diputado massista Felipe Solá. Su compañera, Graciela Camaño, recordó que el presidente Mauricio Macri asumió el cargo procesado en una causa por espionaje y llamó “filibustera” a la legisladora del PRO. Lospennato trató de defenderse diciendo que no sabía si aquel texto era verdadero y que le llegó porque “estaba circulando” en las redes sociales. En ese mensaje, Massa trataba de montar una estrategia mediática para obtener rédito político de la sesión en la que sabían que no obtendrían los votos para apartar al ex ministro. “Tenemos que arrancar la sesión marcando la cancha. Planteando que son los dos la misma mierda”, les decía Massa a sus compañeros.

Con la falta de sesiones ordinarias como excusa, la diputada Camaño tomó ayer la palabra para pedir un “apartamiento del reglamento” y reclamar que se incorporen distintos proyectos a la sesión especial que Cambiemos había convocado exclusivamente con la idea de expulsar a de De Vido. La experimentada diputada peronista pidió tratar las iniciativas con las que el massismo hace campaña electoral como la derogación del aumento de dietas o la resolución que les quita los fueros.

La encargada por parte de Cambiemos de responder a ese pedido fue Lospennato: “Recibí esta mañana un chat, al que uno no le da crédito porque no puede ser cierto, pero la verdad que al escuchar a la diputada Camaño uno por uno cada uno de los puntos de este supuesto chat, que circuló entre el bloque, se cumple”, reveló la diputada cercana al presidente de la Cámara, Emilio Monzó. Tras detallar otros objetivos de la estrategia massista (como una convocatoria a una conferencia de prensa en el prime time de los noticieros del mediodía) fundamentó el rechazó a la iniciativa: 

“Nosotros no vamos a acompañar este apartamento porque esta maniobra deliberada de transformar al recinto en eje de campaña, en un escenario que degrada esta institución no lo vamos a permitir; vinimos a tratar la expulsión de De Vido no a hacerle la campana a Massa”, sentenció. 

Al ser aludida personalmente, Camaño pidió nuevamente la palabra y, rápida de reflejos, contraatacó: “Le recuerdo que su Presidente (por Mauricio Macri) juró procesado por espía, y lo recuerdo porque veo que usted espía chats y además miente”, respondió y le pidió a Monzó que comprobara que no existían tales chats en su celular. 

Lo cierto es que no eran chats sino un mail que coincidía con lo que Camaño había pedido en la sesión. “Como se darán cuenta estoy desvelado. Pensando como carajo podemos transformar lo de hoy en algo que políticamente nos de un lugar frente a la sociedad. Y creo que la única forma de que hagamos algo que nos ponga frente a la sociedad en un lugar propio es peleando de antemano al tratamiento de decido (en alusión a De Vido) por nuestras banderas”. (Los errores de sintaxis, ortografía y puntuación son del original). “Que quede claro quién se caga en la gente –continúa el mail– y salir 12.30 a una conferencia de prensa prolija. Con ningún periodista atrás nuestro. Marga, Gra, Felipe, Tundís, y yo. Solos. (...) Con discursos fuertes en el recinto. Y con declaraciones fuertes en los medios. Si hacemos eso. Habremos ganado la comunicación. Y la política”, afirmó Massa.

Una vez revelada su jugada, el massismo pasó al ataque con su acusación de espionaje.