El próximo 6 de marzo comenzará la Feria del Libro Infantil de Bolonia, uno de los espacios más importantes de la literatura para las infancias en el mundo, que en su 60° edición tendrá una programación especial, acorde al aniversario redondo. Ser trata de un evento que, por un lado, es reconocido en el campo de la ilustración (su galardón anual significa algo así como "el Oscar de la Ilustración"). Pero que, sobre todo, es la meca en materia de venta de derechos, el lugar que resume las tendencias y búsquedas más actuales. Allí se darán cita, además de agentes literarios y editores, destacados ilustradores y escritores como Rebecca Dautremer, Roger Mello, Suzy Lee, Elena Odriozola, Albertine Zullo, 

En ese marco, la censura en los libros infantiles será el tema de dos paneles. El primero: “Censura de libros: ¿cuál es el estado de la prohibición de libros infantiles en todo el mundo y qué se está haciendo?”. Contará con la presencia de Barbara Marcus, presidenta y editora de Random House Children's de Estados Unidos, el escritor y editor estadounidense David Levithan (autor de Dos chicos besándose, entre otros), y editores y especialistas de Estados Unidos, Japón, Italia y Portugal. 

El otro panel parece apuntar más aún al centro del debate alrededor de la reescritura y "corrección" de la obra de Roald Dahl. Bajo el título de "Sentido y sensibilidad", la actividad pregunta: ¿Los editores pueden cambiar el trabajo de autores y creadores de clásicos populares fallecidos, o deben dejarlos como piezas representativas de su época original --con o sin las advertencias apropiadas--?". Aquí "expertos literarios debaten el reto global de cómo hacer apetecible el pasado y su literatura".

En una feria de enormes dimensiones, es claro que el planteo es previo a la polémica que despertó esta (nueva) novela de Roald Dahl. Y responde, como se dijo, a un estado de cosas en la literatura infantil actual a nivel global, en el que los "cambios" y "reescrituras" pasan a ser tema de paneles.