El martes, y sin previo aviso, la aerolínea colombiana Viva Air suspendió todas sus operaciones y dejó varados a miles de pasajeros, entre ellos alrededor de un centenar de argentinos que tenían programado viajar a Buenos Aires desde el aeropuerto El Dorado de Bogotá.

Este miércoles, la Cancillería argentina, a través de su Embajada en la capital colombiana, anunció que los viajeros podrán regresar al país sin pagar ningún costo adicional, a través de dos servicios de Avianca.

También indicaron que se están coordinando las tareas necesarias con respecto a los vuelos internos que poseían ciudadanos argentinos que tenían cronogramas vía Bogotá previamente.

En cuanto a aquellos ciudadanos argentinos varados en República Dominicana, identificados por el Consulado argentino en ese país, podrán retornar a través de LATAM, mientras que se aguarda la respuesta de otros conciudadanos que tienen vuelos próximamente.

Qué pasó con Viva Air

La aerolínea colombiana utilizó sus redes sociales para explicar los motivos de la paralización de toda su flota y dio detalles de las dificultades financieras que enfrenta para funcionar. En el posteo agregaron que estaban a la espera de una definición de la Aeronáutica Civil sobre su eventual alianza con Avianca.

"Luego de más de siete meses de demoras por parte de la entidad, Viva ha presentado numerosas evidencias al Gobierno colombiano para demostrar que se encuentra en una situación financiera crítica, asegurando que la única forma en la que puede continuar volando es que la Aeronáutica Civil permite que esta haga parte de un grupo de aerolíneas más fuerte y bien capitalizado", explicaron.

La aerolínea insignia de Colombia, Avianca -que maneja un 32% del mercado-, firmó en abril del 2022 un acuerdo con Viva Air para un proceso de integración empresarial destinado a rescatar a la empresa de bajo costo, pero la Aeronáutica Civil objetó la operación en noviembre.

‌Hace una semana, la aerolínea que viaja al interior de Colombia y a Perú, Brasil, México, Argentina y Estados Unidos, ya había dejado en tierra cinco aviones Airbus A320, y había nombrado a Francisco Lalinde como presidente y CEO interino en reemplazo de Félix Antelo, que renunció argumentando problemas de salud.

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