Durante su discurso al dar inicio al 141º período de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández nombró a personas que asistieron a la Asamblea Legislativa y que son ejemplo de diferentes políticas que impulsa el Estado Nacional. Uno de ellos fue Gabriel Rabinovich, bioquímico de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador superior del CONICET, que lidera un equipo argentino que avanza hacia un tratamiento clínico contra el cáncer, dando esperanza de futuro a miles de pacientes.

En diálogo con AM750, el cordobés contó cómo en su infancia comenzó a apasionarse por las Ciencias Químicas luego de tener contacto con la farmacia de sus padres. "Cuando terminé el secundario había varias cosas que podía estudiar pero estaba enamorado de las Ciencias Químicas", recordó.

"Decidí estudiar en la Universidad Nacional de Córdoba. En el tercer año, cuando me empezó a gustar mucho la investigación, comencé a estudiar inmunología. la inmunología me salvó la vida", afirmó.

"Me generaba una pasión enorme pensar que nuestro sistema inmune nos puede defender contra absolutamente cualquier microbio que pueda ingresar a nuestro cuerpo", agregó.

Un trabajo prometedor

Para su tesis, hace más de 20 años, Rabinovich había analizado el rol de la galectina - 1 (gal - 1) en el desarrollo de cáncer, enfermedades autoinmunes e infecciosas como el Chagas y en la progresión de la aterosclerosis.

Este año, el investigador publicó un trabajo en el que dio a conocer a la comunidad científica mundial un anticuerpo monoclonal (Mab) humano desarrollado por su equipo que neutraliza galectina-1 (Gal-1) y que podría detener el cáncer.

"La galectina -1 (gal - 1) es una proteína pequeña que tenemos en muy baja cantidad en nuestro organismo. De acuerdo a la cantidad y el contexto, puede ser perjudicial o beneficiosa", explicó.

"Lo que hace esta proteína es eliminar los linfocitos T que pueden causar un exceso en la respuesta inmunológica y potencialmente podrían causarnos una enfermedad autoinmune", siguió.

"Por otro lado, los tumores, utilizan esta proteína, aumentan mucho su cantidad y la usan para poder escapar del sistema inmunológico", concluyó.

Su trabajo se basó en ver qué sucedía cuando se bloqueaba la galectina - 1 en un tumor en un ambiente controlado. Los resultados fueron sorprendentes: inmediatamente el sistema inmune rodeaba el tumor y comenzaba a eliminar las celdas tumorales, a la vez que disminuía los vasos sanguíneos encargados de llevar oxígeno y alimento al tumor, con lo cual éste dejaba de hacer metástasis.