Desde Rosario

Tras una semana cargada de angustia, momentos de tensión y la llegada de agentes federales; familiares, compañeros de fútbol y vecinos de Máximo Jerez, el niño asesinado en una balacera en Empalme Graneros, Rosario, se movilizaron --acompañados por diferentes organizaciones-- para exigir justicia y "que no vuelva a ocurrir". Desde la plaza 25 de Mayo hasta la San Martín, frente a la sede de Gobernación, su papá, Julio, encabezó la marcha con la foto de su hijo de 11 años apretada entre las manos. En la imagen se lo veía vestido con la ropa de su club, Los Pumitas, donde jugaba con otros pibes que ayer también se trasladaron al centro rosarino para pedir justicia por su amigo y por las infancias. "Queremos a los chicos jugando en la plaza, una niñez tranquila", dijo una de las tías de Maxi.

Máximo, quien pertenecía a la comunidad Qom, jugaba al fútbol e iba a la Escuela Bilingüe 1344 "Cacique Taigoyé", fue asesinado en medio de un conflicto entre bandas de Empalme Graneros, el fin de semana pasado, mientras celebraba un cumpleaños con sus primos, que resultaron heridos.

"Basta de matar a nuestros pibes. Los pueblos originarios pedimos justicia por Maxi", rezaba la bandera con la que poco antes del mediodía partió la marcha. En la previa, el papá y una tía de Máximo fueron recibidos por el intendente Pablo Javkin y el secretario de Gobierno, Gustavo Zignago. "Solo puedo pedir que se haga justicia", dijo el papá del nene. Una de las tías, agregó: “Vinimos a pedir Justicia por mi sobrino y nada más, que se aclare todo. Dejamos todo en manos de Dios. Nos sentimos muy acompañados y dolidos”, aseguró.

Otra de las tías, aseguró: "Lloro por mi pueblo, por mi sobrino: queremos paz y justicia. No es fácil vivir así, pero no hay que bajar los brazos. La Justicia divina está en todos los lugares todo el tiempo. Estoy aquí representando la comunidad Qom. Hay un pueblo llorando, hay una casa destruida, hay una madre desconsolada. Esto no tiene que pasar más en ningún lugar. Basta de violencia, basta de discriminación. Como aborigen estoy llorando por mi pueblo y por mi sobrino, que nadie me va a devolver nunca más”, expresó Antonia en uno de los momentos más desgarradores del acto, donde también habló la lengua de su pueblo. “No queremos pelear con nadie, queremos Justicia y nada más”.

Durante el acto, la familia agregó que van a seguir luchando, para "que no haya ningún Máximo más". "No sé si el que mató a mi sobrino tendría hijos. Me pregunto si a ellos en nuestro lugar no les dolería el corazón. Hoy mi cuñada está tirada en la cama llorando por su hijo. Tenemos una nena de dos años herida. Eso no es lo que queremos para nuestros chicos. Queremos a los chicos jugando en la plaza, una niñez tranquila".

Durante la movilización, la familia y allegados a Máximo también fueron acompañados por otros familiares de víctimas, como los de Roberto Benítez, asesinado el domingo pasado en Rouillon y bulevar Segui.

En el ámbito judicial, en la semana fueron detenidas varias personas en el marco de la causa por el crimen y por las amenazas que recibió la familia de la víctima tras el hecho y la posterior pueblada en el barrio, cuando se derribaron tres viviendas que fueron apuntadas como lugares de venta de droga.

Tres personas --entre ellas los padres del preso Cristian “Salteño” Villazón, líder de la banda de Los salteños, sindicada en la disputa que derivó en el ataque que dio muerte al niño, cuya familia era ajena al conflicto--, fueron imputados anteayer por las amenazas, al tiempo que está siendo buscado otro joven que se filmó con armas para intimidar a la familia y vecinos. En tanto, ayer la Fiscalía indicó que el martes el fiscal Adrián Spelta imputará a cinco detenidos en el marco de la investigación por el homicidio. "Los roles que cumplieron en el hecho se preservan hasta el momento de la audiencia imputativa", indicaron.

Entre los arrestados se encontraba un hombre que terminó siendo imputado por otro hecho en el que estaba siendo buscado. Se trata del crimen de María del Carmen Vidal, cometido en Solís al 700 bis, el 1 de febrero pasado, mientras atendía su comercio de la zona noroeste.