El presidente Mauricio Macri encabezó ayer la firma de un acuerdo para “fortalecer la competitividad y la productividad del complejo agrario en todo el país”. El convenio fue rubricado en la Quinta de Olivos por representantes de la Uatre, las entidades patronales agropecuarias y el Gobierno. Como sucedió con los marcos firmados para los sectores petrolero y automotriz la letra chica del texto generó cortocircuitos entre los distintos actores y todavía no está definida. La intención oficial era la de llegar al discurso de inauguración de la Exposición Rural con anuncios en carpeta. No se trata de políticas crediticias o protección de los pequeños productores sino de modificaciones en las pautas de contratación en distintos sectores. Las medidas están concentradas en la flexibilización de las relaciones laborales en la actividad rural.

“Es una contradicción poner los esfuerzos de las partes en incrementar la productividad si se profundiza el modelo económico basado en la importación de productos”, advierte un comunicado emitido ayer por Federación Agraria (FAA) que no participó del evento. “Seremos más competitivos ante el mundo si el Estado garantiza las oportunidades para más productores y se redobla la apuesta a la generación de empleo digno en el campo. No creemos que flexibilizar importaciones y derechos sea el camino; con pequeños productores más vulnerables, también los trabajadores rurales son más vulnerables”, sostuvo la entidad que conduce Omar Príncipe. 

Quienes rubricaron el acuerdo fueron Ramón Ayala, el nuevo secretario general  de la Uatre que reemplazó al fallecido Gerónimo Venegas y los titulares de Sociedad Rural, CRA y Carbap. El presidente estuvo acompañado por los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile; Trabajo, Jorge Triaca; y Hacienda, Nicolás Dujovne. Según informó ayer el Gobierno en el caso la producción de arándanos, el convenio elimina la cantidad máxima a cosechar por trabajador, “lo que permite una mayor eficiencia, más inversión y mejores salarios”. Por su parte, en el sector avícola hubo un acuerdo para regularizar la actividad nocturna que estaba limitada. Y, en otros sectores el acuerdo se limita a compromisos. Es el caso de la actividad porcina donde las partes se comprometieron a tratar a futuro las condiciones laborales a nivel nacional. Además “se fijaron pautas no vinculantes para el manipuleo y almacenamiento de granos en silobolsa que serán sometidas a consideración de las partes, tales como la libertad de contratación siempre que no exista una bolsa de trabajo sindical y la prioridad de contratar personal permanente”. Desde FAA señalaron que “el verdadero desarrollo no vendrá de la mano de la productividad sino de que el Estado genere las condiciones para garantizarnos un precio justo a nuestros productos y el comercio justo de los mismos”.