Desde el pasado sábado 11, la web del municipio de San Nicolás tiene como último anuncio el titulado "Los empleados municipales van a poder elegir con quien cuidar su salud y la de su familia". Y a continuación hay otro texto: “Así lo afirmó el Intendente Manuel Passaglia al anunciar el llamado a licitación para las obras sociales interesadas en los empleados municipales”.

De acuerdo al texto, los pliegos se presentarían el lunes 13, pero al final de la jornada no estaban publicados en la web y tampoco había ningún dato de contacto sobre cómo acceder a ellos o a quién solicitarlos. Ni los trabajadores municipales, los principales interesados, ni sus representantes gremiales ni los periodistas locales tuvieron acceso a ellos. La municipalidad tampoco respondió las consultas al respecto formuladas por Buenos Aires/12.

Sólo hay un escueto anuncio, con fecha martes 14, en el diario Norte, afín al oficialismo municipal, de la Licitación Pública 10/2023, según el cual se abrirán sobres el 14 de abril a las 11 horas”, “el pliego podrá ser retirado de la Dirección de Compras y Contrataciones, previo pago de la suma de $21700” y “El presupuesto oficial es de $21700000”. Lleva las firmas de la secretaria de Producción y Empleo, Bernarda Balestra, y del intendente, contador Manuel Passagia.

El pasado 3 de marzo, Passaglia convocó al legislativo local a una sesión de emergencia, sin siquiera anticipar el temario a la oposición. Esa misma madrugada, el concejo deliberante dio por concluido, a partir del 31 de marzo, el convenio que unía a los trabajadores municipales a IOMA, la obra social de los estatales de la Provincia.  Passaglia lo anunció con un hilo de Twitter, que acusaba falta de respuesta del gobernador y el ministro de Salud Nicolás Kreplak. Desde entonces, la polémica no ha dejado de crecer.

El director de IOMA, Homero Giles, le recordó el pasivo que dejó la gestión de Vidal, al que tuvieron que hacer frente, “sólo comparable al del estallido de 2001” y Oscar Trotta, ex directivo del Hospital Garrahan, publicó estadísticas de atención de pacientes pediátricos nicoleños, oncológicos, cardíacos y de alta complejidad en dicha institución, a partir de un convenio de 2021.

Otros intendentes PRO anuncian que seguirán los pasos de Passaglia, pero se mantienen expectantes y cautelosos. Passaglia aspira a acompañar a Santilli en su fórmula: esa podría ser, según versiones circulantes entre dirigentes cambiemitas en San Nicolás, una de las motivaciones de la jugada, cuyo final aún no se vislumbra.

Fuentes sindicales sostienen que “los Passaglia tuvieron conversaciones informales con varias prepagas, pero nadie quiere brindar servicio por ese nivel de aportes, que es muy bajo, y los municipales tampoco están en condiciones de complementar con aportes de bolsillo”, de manera que el futuro de la salud de los los empleados del municipio hasta hoy al menos continúa siendo incierto..

El siguiente interrogante, después de los “pliegos fantasma”, tiene que ver con qué ocurrirá entre el 1ro de abril , fecha en que los trabajadores perderán la cobertura de IOMA, y en el mejor de los casos, el 14 de ese mismo mes, cuando se abran los sobres de la licitación, en caso de que efectivamente haya un ganador.

Es más lo que el texto del Diario Norte omite que lo que explica. Asigna a la contratación un presupuesto de $21700000, sin aclarar si es mensual, anual o hasta fin de 2023. Una cuenta sencilla, considerando que se trata de 750 aportantes, indica que no puede ser mensual, porque eso resultaría en un aporte por trabajador de 28 mil pesos, más de la mitad del salario que perciben actualmente. No se llega a esa cifra mensual ni computando el aporte patronal de 6 puntos de ese menguado salario.

Si esos 28 mil pesos per cápita, en cambio, deben prorratearse, poco importa si ese prorrateo será por doce meses o por los nueve que le quedan a este año. En ambos casos el aporte es ínfimo y el traspaso sería inviable, coincidentemente con los análisis de las fuentes sindicales.

Para los periodistas locales, era probable que el hospital de zona oeste, cuya construcción fue tercerizada en Grupo Oroño, del recientemente fallecido empresario Roberto Villavicencio, y recorrida por María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, se ocuparía de la salud de los municipales, a través de la figura jurídica de la Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM). 

“Pero una cosa es tener la estructura, brindar la prestación y cobrársela a un tercero, que hace de financiador, en este caso IOMA, y otra muy distinta tener que cubrirla con cápitas tan bajas. Si no la pone IOMA, ¿entonces quién?”, detalla un consultor experto en el sistema de salud. 

La semana pasada, IOMA anunció el aumento de la cuota para los asociados voluntarios, es decir, aquellos a los que no se le descuenta un apote por recibo de sueldo, sino que van y pagan cada mes de su bolsillo. El monto actualizado es de $11600 pesos mensuales. La cuota más baja del mercado, pero también un monto inaccesible para quienes ganan el salario mínimo o aún menos.