El joven de 19 años detenido por enviar un video amenazante que decía "todas las balitas son para ustedes" a vecinos del asentamiento Los Pumitas de Rosario tras el crimen del niño Máximo Jerez (11), que fue asesinado al quedar en medio de una balacera narco, fue descubierto por un tatuaje en una de sus manos y un anillo que permitió su identificación a pesar de la máscara que utilizó para ocultarse, informaron hoy fuentes judiciales.

Se trata de Uriel Leandro Enrique (19), considerado por los investigadores judiciales como un “tira tiros” de unas de las bandas del narcomenudeo que opera en Los Pumitas, conocida como “Los Salteños”, cuyo líder está preso.

Enrique fue imputado hoy con prisión preventiva por un mes por los delitos de amenazas coactivas calificadas por ser anónimas, en concurso ideal con intimidación pública, precisaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El joven fue detenido el viernes de la semana pasada y había sido identificado al día siguiente de enviar el video con las amenazas, cuando se dictó una orden de captura. Uno de los fiscales del caso, Franco Carbone, explicó hoy tras la audiencia imputativa que Enrique fue identificado mediante elementos de prueba “contundentes” como “señales particulares del cuerpo, tatuajes, y al momento del allanamiento se secuestró un anillo que estaba escondido” y que se observa en el video. 

El joven fue imputado como quien al día siguiente de que familiares y amigos del niño asesinado por una balacera narco, Máximo Jerez, derribaran una construcción donde se vendían drogas y reclamaran la detención de los "Salteños", amenazó a los vecinos a través de un video. 

Las imágenes lo mostraban con una máscara blanca y un arma de fuego en la mano, y solicitaba la devolución de elementos sustraídos durante la pueblada del día anterior, cuando la policía detuvo a Juan José Villazón, padre del jefe de una banda narco del barrio que está preso, identificado como el "Salteño" Cristian Villazón.

"Escuchen manga de giles, van a tener que devolver las cosas que sacaron de adentro de la casa, porque si no le vamos a dejar un bolso todos los días adentro de la casa", dice Uriel Enrique en el video, mientras sostiene un arma. Luego agrega, mientras quita el cargador de la pistola: "Todas estas balitas van para ustedes, guacho". 

Y concluye: "Más vale que devuelvan las cosas porque le vamos a dar todo plomo". El fiscal explicó que como consecuencia del video, cuyo autor envió vía Facebook y Whatsapp a un grupo de vecinos, algunos de ellos devolvieron objetos que habían sacado del búnker y otros abandonaron el barrio.

Carbone también explicó que en los siete allanamientos realizados en busca de Enrique se secuestró “el mobiliario y la ropa de cama” que se ven en las imágenes. En uno de los domicilios requisados “corrieron los muebles de lugar y en otro domicilio estaba todo el mobiliario que se vio de fondo del video”, añadió.

Además, junto a su par Federico Rébola, explicó que Enrique “es parte de la banda de los Salteños”, el grupo narco al que fue dirigida la balacera que el 5 de marzo último mató a “Máxi” e hirió a tres primos suyos, también menores de edad. 

La gravedad del hecho, sumado a otros ocurridos con anterioridad, motivó al presidente Alberto Fernández a ordenar el envió de un refuerzo de fuerzas federales de seguridad a la ciudad de Rosario, y anunciar la llegada de personal del Ejército para tareas de mejoras de infraestructura barrial. 

Paralelamente, el fiscal que investiga el asesinato del niño, Adrián Spelta, imputó con prisión preventiva la semana pasada a los hermanos Maximiliano Oscar y Nicolás Ariel Castillo como autores materiales del asesinato, y advirtió que hay dos personas prófugas que también participaron de la balacera.

A la vez, el fiscal acusó por encubrimiento a otras 3 personas detenidas, una mujer de 50 años y sus dos hijos, al encontrarse en su casa de Rosario el automóvil Honda Civic utilizado en la balacera en la mataron a "Maxi". 

La principal hipótesis del fiscal sobre el hecho es que la balacera fue parte de una disputa entre un grupo comandado por un preso llamado Alex "Araña" Ibáñez y la banda del "Salteño" Villazón, que también está en prisión condenado por un triple crimen.