El ex presidente Mauricio Macri se volverá a reunir con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, este viernes antes del mediodía en un lugar que eligieron no difundir. Será el reencuentro luego de dos meses de no verse cara a cara. En ese tiempo, Macri trabajó incansablemente para fortalecer a las adversaria de Larreta en la interna del PRO por la presidencia. Y las diferencias solo han ido creciendo: el exmandatario no entiende por qué el jefe de Gobierno no respalda como único candidato en la Ciudad a Jorge Macri. Tampoco le cierra el tono de campaña antipolarización que eligió para este año. De hecho, si algo viene haciendo Macri es polarizando en cada oportunidad que tiene. Estas y otras cuestiones es probable que formen parte de la conversación.

Macri tuvo una semana agitada. Llegó de su viaje a Europa el lunes y metió una cantidad enorme de reuniones en su viaje a Rosario: gobernantes, empresarios, dirigentes del PRO. Lo que se podría ver como la agenda de un candidato. Pero Macri no es candidato a nada. O por lo menos todavía no. El expresidente mantiene el suspenso sobre la decisión que tomará este año, aunque varios de sus adversarios internos ya creen que no va a competir.

A media semana, Macri desayunó con María Eugenia Vidal, una de las posibles adversarias de Larreta y la alentó a presentarse. Juntos, repasaron números de encuestas que la muestran en crecimiento. También se mostraron de acuerdo en que el candidato a suceder a Larreta tiene que ser del PRO, algo que seguramente Macri converse cuando se vea con el jefe de Gobierno.

Brunch

Las últimas dos reuniones de Larreta con Macri fueron en el country Cumelén, donde el expresidente pasó buena parte del verano (solo volvió para apuntalar a Vidal con sus nuevas oficinas de su equipo de campaña). Allí Macri recibió también a Patricia Bullrich, con la diferencia de que la invitó a alojarse en su casa y se sacó una foto con ella. La primera reunión con Larreta fue sin foto, pero la segunda tuvo, como para compensar algo la marcada tendencia que tiene Macri por apoyar a quienquiera que se le oponga al jefe de Gobierno en la interna presidencial.

En el encuentro del viernes, es probable que se pongan al día en todos los temas. Al menos, eso es lo que descuentan en el Gobierno porteño, donde no ven un escenario de definiciones sino una reunión más. Seguramente surja el tema de la salida de Marcelo D'Alessandro del Gobierno porteño, jaqueado por los chats que lo expusieron a ser investigado por la presunta comisión de una serie de delitos.

Lilita de fondo

La que hizo muy explícito su descontento con la decisión de Larreta de desprenderse de D'Alesandro fue Elisa Carrió. Ella fue una de las más férreas defensoras de que el ministro de Seguridad siguiera en su cargo, y presionó tanto en público como en privado al jefe de Gobierno para que no lo echara. Le dijo a Larreta: "No sostener a funcionarios acosados por las mismas mafias que asesinaron a Nisman, con escuchas falsas e ilegales no habla muy bien del gobernante que no sostiene al funcionario". Y remarcó que si a un funcionario suyo le hacían una operación, ella lo mantenía en el cargo.

Finalmente, Carrió acompañó el pedido de licencia de D'Alessandro, pero le exigió a Larreta que le pusiera un plazo y quedó en tres meses. La líder de la Coalición Cívica recibió garantías de que no podrían en su lugar a ningún dirigente del PRO que estuviera en su lista negra. Ahora que finalmente D'Alessandro renunció, Carrió lo llamó a Larreta y le manifestó su descontento y que seguía respaldando a D'Alessandro. No solo eso: se reunió con el exministro de Seguridad porteño, se sacó una foto y la publicó en su Twitter con el texto: "Respaldo total a D'Alessandro". Todo en mayúsculas, por si no había quedado claro.

Las diferencias

El encuentro entre Macri y Larreta es probable que navegue otras diferencias. Una de las más concretas es la sucesión porteña. Macri considera que el candidato debe ser su primo, Jorge Macri, actual ministro de Gobierno porteño. No confía en Fernán Quirós, el favorito de Larreta. El expresidente casi que ni lo considera del PRO. Tampoco quiere ver que gane Martín Lousteau y el radicalismo se alce con el bastión amarillo de las últimas décadas.

Larreta, hasta ahora, mantiene su posición de que los candidatos diriman en las PASO y reparte sus elogios entre otros candidatos: además de Quirós, Emmanuel Ferrario y Soledad Acuña. No es probable que se pongan de acuerdo en este punto. Si la discusión no va bien, el sábado tendrán revancha, dado que se volverán a encontrar en la boda de Vidal, a la que los dos están invitados.