El verano tórrido y seco parece en retirada al fin, pero dejó una de sus calamidades que ya es cosa seria para el sistema sanitario: el contagio por dengue se duplica cada dos días en Rosario y las autoridades de Salud Pública asumen que los casos irán en aumento sin remedio, al menos hasta que la temperatura descienda de una buena vez y por algunos días. Esta semana la ciudad registra casi 200 personas infectadas a lo largo del año, y en su mayoría contrajeron la enfermedad aquí. Los casos "importados" son minoría ya. El virus se instaló, como también el de la chinkungunya. Ambas pestes, transmitidas por el mismo vector: el mosquito aedes aegypti. De allí que desde Leonardo Caruana para abajo, todos insisten en prevenir con la eliminación de reservorios chicos de agua donde el hemíptero se reproduce, y con la aplicación de repelente para evitar todo lo posible las picaduras.

La Secretaría de Salud Pública reportó esta semana que en lo que va del año, en Rosario, se detectaron un total de 189 casos, de los cuales 178 son autóctonos y 11 importados.

"Creo que seguiremos con multiplicación de casos. Es que se necesitan 10 días sostenidos de temperatura baja. Durante todo marzo y abril los casos crecen, y en mayo empieza a descender", anticipó ayer Caruana, a cargo de la cartera sanitaria municipal y en diálogo con este diario. 

El director de Epidemiología, Matías Lahitte, observó que el ritmo de reproducción viene in crescendo. La semana pasada la curva de casos positivos se duplicó cada dos días, solo que por el momento no hubo pacientes con riesgo de muerte.

En ambas enfermedades los síntomas son parecidos: fiebre sin secreciones respiratorias (catarro, moco, tos), dolor de cabeza, decamiento, sensación de fatiga y debilidad y, sobre todo, dolor muscular. En el caso de la chikungunya, estos dolores son realmente intensos. Sin embargo, esta fiebre que se detectó en Latinoamérica por primera vez hace 10 años, es menos peligrosa que el dengue por las complicaciones derivantes. Casi no se conocen casos mortales.

La tasa de mortalidad del dengue, es baja también: 0,2% cada 100 mil personas. 

"La chikungunya es auto limitada. Con el dengue no. El riesgo es la segunda infección. Es decir, si una persona se contagia con dengue, y al año siguiente vuelve a infectarse de nuevo con otro de los 4 serotipos conocidos, el riesgo de tener hemorragias y complicaciones mayores aumenta. Por eso es importante no enfermarse", advirtió Caruana.

La enfermedad en Rosario denota su desarrollo por cuanto en los últimos días todos los efectores de salud, en los 6 distritos municipales, han recibido consultas de personas con síntomas compatibles de dengue o chikungunya. 

"Los casos vienen creciendo, como es típico en estos meses. Primero eran con antecedentes de viaje en personas que habían viajado al norte de Santa Fe, en particular al departamento General Obligado donde la situación es compleja, o a Bolivia, Paraguay, sur de Brasil. De esa manera importamos los primeros casos, pero luego vinieron apareciendo casos que no se explican por antecedentes de viaje sino por contagios aquí, los casos que llamamos 'autóctonos'", señaló el titular de Salud Pública.

Incluso, los equipos sanitarios asumen que el número de 189 casos es solo la punta del iceberg. Cuando se confirma en un hospital o centro de salud un paciente infectado, el municipio envía un equipo a su domicilio para realizar el bloqueo con actividades de descacharrado y fumigación. 

"Pero ocurre que en las manzanas de alrededor de ese domicilio hallamos personas con fiebre y al someterlas a análisis dan positivo de dengue. Y eso es compatible con el aumento de consultas de pacientes con esos síntomas que estamos registrando en los efectores, síntomas compatibles con enfermedades que transmite el mosquito aedes", explicó el funcionario municipal.

El discurso, entonces, hace hincapié en la necesidad de "reforzar la prevención", y eso implica suprimirle al mosquito el ámbito propicio para que se reproduzca. Eso es el agua de macetas, peceras, del bebedero de mascotas, del residual que puede quedar en recipientes al aire libre. El insecto transmisor no es el mosquito de plazas y parques, es el que habita en ambientes hogareños.

"Mientras no haya frío durante 10 días seguidos, el mosquito se seguirá multiplicando aunque estemos en otoño. La humedad de estos días post lluvia, con temperatura a 25°C es óptimo para la reproducción del vector", dijo.