El juez Marcelo Martínez de Giorgi quiere saber si el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño aportó algo más que policías en comisión –los no tan célebres espías conocidos como Súper Mario Bros– a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante el gobierno de Mauricio Macri. Bajo esa premisa, el magistrado le reclamó información que apunta a entender cómo se usaron las cámaras de vigilancia y los anillos digitales durante ese período. El pedido llega en el contexto convulsionado por la salida de Marcelo D’Alessandro tras la filtración de sus chats y cuando el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hizo una apelación contra el espionaje ilegal.

Los Súper Mario Bros fueron un grupo de agentes dedicados al espionaje político. El equipo se conformó en los primeros días de la administración Cambiemos bajo la órbita del entonces director operacional de Contrainteligencia, Diego Dalmau Pereyra, un exoficial de Ejército que hizo carrera en la Secretaría de Inteligencia (SI) desde finales del siglo pasado.

Dalmau Pereyra estuvo largo tiempo destinado a la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI). Allí habría conocido a Jorge Horacio Sáez. El “Turco” Sáez era un exagente de inteligencia del Servicio Penitenciario Federal (SPF), que se dedicaba a la recaptura de presos y que, en algún momento, pasó a la Policía Metropolitana. Cuando lo nombraron en Contrainteligencia, Dalmau Pereyra le ofreció ir con él a la AFI.

El “Turco” Sáez armó una célula inicial junto con otros dos policías, Mercedes Funes Silva y Leandro Araque. Después, el grupo fue creciendo. Como Dalmau Pereyra no quería que estuvieran en la base de Contrainteligencia con el resto del personal, les habilitó tener su propia “cueva”: un departamento en el barrio de Mataderos que pertenecía a la familia de Funes Silva.

Según la investigación, los Súper Mario Bros estuvieron involucrados en múltiples casos de espionaje. Se dedicaron a seguir, por ejemplo, a Rodríguez Larreta, Diego Santilli, Nicolás Massot o Emilio Monzó. También se metieron en la casa lindera a la que compartía la hermana menor del entonces presidente, Florencia Macri, con su pareja, Salvatore Pica, para tomarles fotografías. Los espías también seguían los pasos de Cristina Fernández de Kirchner, la principal opositora al gobierno de Macri.

Mucha de la evidencia surgió de un teléfono que le habían secuestrado a Araque en un allanamiento en casa de sus suegros. La investigación inicial sobre las andanzas de los Súper Mario Bros tramitó en Lomas de Zamora. El primer juez que la tuvo a su cargo fue Federico Villena, que es amigo de D’Alessandro. Después, por decisión de la Cámara Federal de La Plata, pasó a manos de Juan Pablo Augé que llegó a dictar 38 procesamientos. Cuando pasó a Comodoro Py, solo diez quedaron en pie.

Martínez de Giorgi reactivó la línea que apunta a la conexión entre la Policía de la Ciudad y la AFI. Con ese objetivo, le pidió a la administración de Rodríguez Larreta que informe sobre la adquisición de equipos de seguimiento y vigilancia y cuáles fueron las empresas proveedoras. Dentro de lo que le interesa saber están los anillos digitales, las cámaras y la geolocalización. El período de tiempo que dio el juez fue el comprendido entre los años 2016-2021. Durante todo ese plazo, D'Alessandro estuvo en la cartera.

El tema de las cámaras de la Ciudad apareció incluso en los chats de los Súper Mario Bros. Por lo que se sabe, la empresa que está a cargo desde 2019 del plan integral de videovigilancia se hizo conocida un año antes porque CFK advirtió que su custodia –de la Policía Federal– había visto a tres operarios que intentaban instalar cámaras frente a su departamento de Juncal y Uruguay sin ningún papel que acreditara que lo hacían para el gobierno de la Ciudad. Cuando CFK tuiteó, los espías comentaron la noticia en su canal de mensajes y una de las participantes le preguntó a otro de sus compañeros si había tenido algo que ver. “No pero”, le respondió entre risas.


Martínez de Giorgi también quiere saber por qué entraron tres de los Súper Mario Bros el 20 y 31 de octubre de 2018 al Centro de Monitoreo Urbano (CMU). Según informó la Ciudad en diciembre pasado, los que habrían ingresado fueron Javier Esteban Bustos, Emiliano Matta y Jonathan Nievas. 

En la causa había surgido que los espías accedieron --en esa época-- a imágenes como parte del espionaje que hacían sobre Hugo y Pablo Moyano. El grupo, bajo el liderazgo de Alan Ruiz, buscaba fotogramas sobre la instalación de unos carteles contra el periodista Luis Majul. Les interesaba ver si quienes los habían colocado llevaban algún logo de Camioneros. En las comunicaciones, Ruiz celebra: "En el video del centro de monitoreo se ve re bien el chaleco de Camioneros … Bien ahí”. Con la información que recibió que confirma que los Súper Mario Bros ingresaron al CMU, quedaría demostrado que tenían acceso a ese sistema aun sin estar realizando tareas investigativas como parte de una causa penal.

Uno de los espías avisa que hay imágenes en el Centro de Monitoreo Urbano.

El juez también le consultó a su colega Ariel Lijo si en la causa que él instruye sobre el acceso irregular a los datos biométricos por parte de la Ciudad hay información sobre los sistemas que se emplean. A Lijo también le pidió que diga si la Ciudad buscó en sus bases a los imputados de la causa. Lo hizo a pedido del nuevo defensor del “Turco” Sáez.