La respuesta negativa que dio el entrenador Gerardo Martino para ser el técnico de Boca Juniors sorprendió a la dirigencia del club, que desbordaba optimismo sobre la llegada del rosarino para reemplazar a Hugo Ibarra en el cargo.

En una búsqueda que contempla un abanico de candidatos, hay ahora dos entrenadores que encabezan la lista: Diego Martínez, actual conductor de Tigre; y Alexander "Cacique" Medina, sin club desde que Vélez lo cesó en su cargo a fines de febrero. Medina dejó Liniers precisamente tras la derrota ante Boca, por la 5ta. fecha de la Liga Profesional.

En relación a Martino, no estaba en los planes de nadie la decisión que tomó el ex entrenador de la Selección Argentina, quien le habría comunicado su decisión el miércoles por la noche a la dirigencia, aunque recién en el mediodía de hoy se hizo oficial por parte del club.

A Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca, la negativa de Martino le genera no sólo una desilusión al Consejo de Fútbol que encabeza, sino que además lo deja sin un plan claro en el corto plazo, ya que la llegada del ídolo de Newell's era la única opción que la dirigencia manejaba.

Esta semana se apresuraron los tiempos: primero fue la salida de Hugo Ibarra, el martes pasado; y enseguida apareció el nombre de Martino como el único candidato para ser el técnico. Por eso la negativa golpea fuerte al "mundo Boca".

Riquelme quería que Martino, de 60 años, fuera el elegido desde antes de que se fuera Ibarra: en el predio de Ezeiza allegados al Consejo señalaron que la salida del ex lateral derecho boquense se aceleró justamente para ir en busca de Martino, quien estaba dispuesto a escuchar y negociar, pero que de ninguna manera iba a hacerlo mientras el equipo tuviera entrenador.

En cuanto a la negativa del hombre que viene de dirigir al seleccionado de México, según dijo a Télam un allegado al "Tata", la charla con su círculo intimo fue clave para rechazar la propuesta de Boca.

Martino no se quiere mover de Rosario, más allá de que la idea de dirigir a Boca lo entusiasmaba, pero volvió a ganar la idea de no "dirigir en el fútbol argentino", y también -a esta altura de su vida- evitar las exigencias y presiones del "mundo Boca", que tiene el partido debut en una nueva edición de la Copa Libertadores a una semana de distancia.

El golpe para Boca y para Riquelme es muy fuerte. Algunos cercanos a Román dijeron a Télam que se habría enojado con algún componente de la secretaría de fútbol, quien había dado un mensaje muy optimista de la situación, y eso creó una expectativa en el hincha que ahora puede ser contraproducente.

La danza de nombres de posibles candidatos comenzó: uno de los primeros mencionados sería Diego Martínez, quien dirige a Tigre desde 2020, club al que ascendió a Primera División en 2021 y lo llevó a jugar la final de la Copa de la Liga Profesional en 2022, cuando cayó ante Boca 3-0. Y siempre fue uno de los preferidos de Riquelme.

El otro nombre es el de Medina, de gran campaña en Talleres de Córdoba, pero que viene de no conseguir buenos resultados ni en Internacional de Porto Alegre ni en Vélez. Otro de los que suena es José Pékerman, pero al varias veces campeón con los juveniles argentinos no le interesaría a sus 73 años dirigir un club día a día.

En tanto, el plantel practicó en el predio de Ezeiza a las órdenes de Mariano Herrón y Claudio Morel Rodríguez, de cara al partido del sábado a las 15.30 ante Barracas Central, por la novena fecha de la Liga Profesional.

En cuanto a los lesionados, el volante Martín Payero tuvo un problema muscular grado 2 del aductor izquierdo y estará inactivo por 20 días, mientras que el peruano Luis Advíncula sufrió una afección similar a la del ex Banfield en el partido que su Selección empató sin goles con Marruecos, en Madrid por la fecha FIFA.

El primer equipo que paró Herrón fue con Sergio Romero; Figal, Roncaglia, Valdez, Fabra; Guillermo Fernández, Varela, Ramírez; Langoni, Benedetto, Villa.

La dupla que dirigía hasta la semana pasada la Reserva será la que viaje a Venezuela para el encuentro ante Monagas, en el debut por el Grupo F de la Copa Libertadores. Boca volverá a entrenarse mañana desde las 10 en el predio de Casa Amarilla, y por la tarde los jugadores quedarán concentrados en un hotel del barrio porteño de Monserrat.