El abogado y destacado ajedrecista Martín Daneri, uno de los primeros denunciantes contra el reconocido abogado entrerriano Gustavo Rivas, sospechado de cometer más de 2000 actos de corrupción de menores durante cuarenta años, salió a dar su testimonio y ponerles rostro a las denuncias. 

“Tenía una violencia interior de ver con la impunidad con que se manejaba que me saqué una mochila de encima tras la denuncia”, dijo Daneri a PáginaI12 tras relatar las situaciones a las que fue sometido en su adolescencia por Rivas, y antes de remarcar que “espero que esto sirva para que otros que vivieron las mismas cosas se animen a denunciar”. Además, el periodista Daniel Enz, que hizo público lo que era un secreto a voces en Gualeguaychú, dijo a este diario que la situación de Rivas se va complicando hora a hora. “El lunes acompañé a declarar a una persona que trabajaba en un albergue de menores que dependía del Consejo Provincial del Menor, y detalló cómo Rivas les pagaba todas las semanas a cuatro chicos de entre 15 y 16 años alojados en el instituto a cambio de sexo, entre 2007 y 2008. Lo que tira por tierra la defensa del abogado, que habla de prescripción de los hechos.” En tanto, las redes sociales comenzaron a agitarse, los vecinos convocaron para este sábado a una manifestación en apoyo a las víctimas, a las 17, en plaza San Martín, a media cuadra de la casa de Rivas.

Tras cuarenta años de mantener un silencio casi absoluto, el jueves de la semana pasada, Daneri, de 55 años, fue una de las tres personas que declararon en sede judicial contra Rivas; por esas declaraciones a Rivas le prohibieron salir del país.  

“Esto lo sabían sólo algunos de mis amigos –contó Daneri a este diario– y empecé a pensar en contarlo cuando entré en contacto con el grupo de investigación de Enz.” “Mi familia no sabía nada, pese a que es cercana a Rivas”, dijo y explicó que durante los años transcurridos, en que debió cruzarse muchas veces con el letrado en diversos ámbitos, alguna vez pensó “en denunciarlo pero había gente que intentó y les advirtieron que no les convenía”.

Ahora, algo pareció quebrarse y los detalles comenzaron a surgir: “En esa época, años 77 y 78, formaba parte de un grupo de amigos que hacíamos deporte en el club Neptunia y Rivas era el presidente”, relató Daneri, quien contó los tres episodios que vivió en esa época con el que fue durante varios años también presidente de los Concursos de Carrozas Estudiantiles –hace unos días fue apartado de la Comisión Permanente de Carrozas Estudiantiles, donde ejercía de asesor legal– y después, en 1985, candidato a diputado nacional por la Unión del Centro Democrático (UCedé).

“El tenía un bulín, en una calle que en ese entonces era de tierra, acondicionado para prácticas sexuales, con luces rojas y un espejo lateral. A ese lugar fuimos un grupo donde el pasó una película porno y nos filmó mientras nos masturbábamos grupalmente hasta que eyaculábamos. También nos medía el miembro erecto”, recordó el ajedrecista.

El segundo episodio fue en la casa materna de Rivas, frente a la plaza San Martín, “donde nos proyectó la filmación. Y yo me vi filmado en una pantalla desplegada en la pared”, contó.

El último hecho, fue “cuando se hizo un baile en el club y con la recaudación nos pagó un viaje ‘de placer’. Nos hizo debutar con una prostituta, a todos con la misma mujer, en el prostíbulo ‘La paraguaya’. A los 15 años, que era la edad que teníamos, nuestras elecciones no eran maduras y lo que ocurrió son cosas que quedan marcadas”, remarcó Daneri, y aclaró que “me siento aliviado tras declarar aunque tuve el miedo lógico por no afectar a mi familia. Pero tomé la decisión de no quedarme callado porque si no, lo que queda es el sufrimiento y el dolor”.

Por otra parte, Enz explicó las pruebas contra el abogado que se están acumulando. En principio, las fotografías incautadas durante el allanamiento a la casa de Rivas son “tremendas, las fotos arrancan a principios de los 70, en blanco y negro, y llegan hasta el 2000 o 2001 –detalló–. Sistematizadas en álbumes que tenía al lado de su cama. En general, se ve a chicos de clase media o media alta todos con sus miembros erectos o masturbándose o colocados boca abajo mostrando la cola”.

Según fuentes cercanas a la investigación, se está preparando la imputación del letrado, mientras los fiscales buscan que muchas de las víctimas reconocidas por quienes prestaron testimonio ante la Justicia se animen a denunciar.