Marcos Mundstock: El himno es de la época, de nuestra independencia de España, pero España es un país muy querido por nosotros. En el himno necesitamos un país enemigo al que el pueblo pueda odiar, ¿me entiende?, un país enemigo que enardezca el patriotismo de las multitudes, y llegado el caso, si algo sale mal, alguien de afuera para echarle la culpa, ¿me entiende?  

Daniel Rabinovich: No se preocupe, maestro. En la Comisión pensamos en todo, el nuevo país enemigo es Noruega. Total en Oslo nunca se van a enterar.

Carlos Nuñez: ¿Pero qué tipo de conflicto puede haber con Noruega, me quiere decir?

DR: Que aumentaron el precio del bacalao.

MM: Ahí esta, ese puede ser uno, o también, que sé yo, puede ser  una cuestión de límites.

CN: No, no, no, doctor, pero si no tenemos frontera con Noruega

MM: Maestro es una hipótesis de conflicto. Total la gente ¿qué sabe? Si pudimos inventar un enemigo, mire si no vamos a inventar un conflicto.

(Fragmento de La Comisión – Bromato de Armonio - Les Luthiers)

El mundo nórdico es bastante desconocido para la mayoría de la población argentina. El reseñado sketch del famoso grupo Les Luthiers jugaba con eso. A veces, las noticias de esos lares se cuelan en los medios domésticos. Por ejemplo, las notas sobre las bondades del modelo educativo finlandés son una figurita repetida, cuando se publican los resultados de las pruebas PISA.

En el último mes esa pequeña nación nórdica ocupó algún espacio en la agenda noticiosa por otras razones. El 4 de abril Finlandia se convirtió en el miembro número 31 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El anuncio fue el corolario de un proceso iniciado en mayo del año pasado, cuando el gobierno finlandés y el sueco solicitaron ingresar al bloque militar como respuesta a la invasión rusa en Ucrania.

El abandono de la histórica neutralidad finlandesa tiene fuertes implicancias geopolíticas porque comparte 1340 kilómetros de frontera con Rusia. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, advirtió que la ampliación de la OTAN constituye "una violación de nuestra seguridad e intereses nacionales". Por su parte, el ministro adjunto de Relaciones Exteriores ruso, Alexander Gruchko, señaló que "reforzaremos nuestras capacidades militares en el oeste y el noroeste".

En estos días, los medios también informaron la coronación de Finlandia como el país más feliz del mundo por sexto año consecutivo. El Informe Mundial de Felicidad es realizado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU en función al análisis de seis variables: renta per cápita, ayudas y apoyo social, esperanza de vida, percepción de la corrupción, prevalencia de generosidad y libertad para tomar decisiones. Los datos son recolectados por la Encuesta Mundial Gallup.

Según ese ranking, los diez países más felices del mundo son: 1) Finlandia, 2) Dinamarca, 3) Islandia, 4) Israel, 5) Países Bajos, 6) Suecia, 7) Noruega, 8) Suiza, 9) Luxemburgo y 10) Nueva Zelanda. La Argentina escaló cinco puestos respecto al último informe, ubicándose en el número 52 de 156 países. Otros sudamericanos que aparecen en el listado son Uruguay en el puesto 28, Chile en el 35, Brasil en el 49 y Paraguay en el 66. El ranking se basó en evaluaciones de vida en 2020, 2021 y 2022, años muy afectados por la pandemia de la Covid-19.

Más allá de que las mediciones de bienestar son controvertidas, los especialistas Igal Kejesfman y Daniel Schteingart sostienen que “el bienestar subjetivo correlaciona mucho con el PBI per cápita y con indicadores ligados a la intensidad de los lazos sociales como el tener vínculos densos con la familia, las amistades o la comunidad y no demasiado o al menos, no de un modo fuerte, con la desigualdad”, en su artículo ¿Alcanza con redistribuir? publicado en la Revista Anfibia.

En el caso de Finlandia, el dato duro es que registra un PBI per cápita cercano a los 54.000 dólares anuales. El elevado nivel de riqueza es reflejo de una estrategia de diversificación productiva motorizada, en los inicios, en el desarrollo de la cadena de valor forestal. A partir de allí, el crecimiento de las capacidades industriales derivó, entre otras cuestiones, en una fuerte presencia en el campo de las telecomunicaciones y servicios con alto nivel de calificación.

En "Pensar el desarrollo para la Argentina contemporánea", los integrantes de Fundar Tomás Bril Mascarenhas, Carlos Freytes Juan O’Farrell, Gabriel Palazzo explican que ”Finlandia pasó de ser una economía poco competitiva y con bajo nivel de innovación en la década del setenta a ser un caso de notable prosperidad económica hacia el final de la década del noventa, capaz de engendrar a un gigante tecnológico global como Nokia. Este salto ocurrió cuando sindicatos y cámaras empresariales reconvirtieron los patrones de coordinación del pasado y establecieron un arreglo neo-corporativista orientado a, entre otras cuestiones, generar inversiones en capital de riesgo, capacitación técnica de la fuerza de trabajo e investigación en áreas tecnológicamente intensivas tales como las telecomunicaciones”.

El peligro de la extrema derecha

La nación “más feliz del mundo” descree de las fantasías paleolibertarias porque el Estado ocupa un papel central en materia económica. Por caso, el gasto público alcanza el 55 por ciento del PBI y la tasa marginal máxima del impuesto a las Ganancias es del 56,95 por ciento, una de las más altas del mundo.

Las encuestas revelan que la mayoría de la población valora su alta calidad de vida, la extendida red de seguridad social, el financiamiento público a las actividades artísticas y el sistema sanitario y educativo público. Para algunos finlandeses, la clave de su felicidad está en el estilo de vida “sisu” que constituye un rasgo de la identidad nacional. La palabra “sisu” no tiene traducción literal pero sería una mezcla de perseverancia, fuerza de voluntad y resiliencia. “No nos quejamos”, dicen los finlandeses.

Sin perjuicio de eso, la “felicidad” de ese país es matizada en otros trabajos cualitativos. Por ejemplo, el Consejo de Ministros Nórdicos y el Instituto de Investigación de la Felicidad en Copenhague publicó en 2018 un informe conjunto titulado “En la sombra de la felicidad”. Este estudio plantea que la extendida idea de la “felicidad nórdica” enmascara problemas importantes, sobre todo en los sectores juveniles: "Cada vez más y más jóvenes están solos y estresados y tienen trastornos mentales. Estamos viendo que esta epidemia de enfermedades mentales y soledad está llegando a las costas de los países nórdicos ", planteó uno de los autores del informe, Michael Birkjaer al diario The Guardian. En Finlandia, el suicidio es responsable del 35 por ciento de las muertes ocurridas en las personas de entre 16 y 24 años. 

La crisis migratoria de 2015 ha sido utilizada por la ultraderecha para atizar los sentimientos sociales más tóxicos. Las visiones xenófobas se fortalecieron con el triunfo del eurodiputado Jussi Halla-aho en las internas de los Verdaderos Finlandeses (VF) en 2017. El nuevo líder reformateó el discurso de esa formación política que, en sus orígenes, estaba más ligado al nacionalismo agrario.

El perfil antimigratorio y racista de Jussi Halla-aho era explícito y conocido. En 2012, el Tribunal Supremo lo había multado por publicar notas en su blog vinculando al islam con la pedofilia y a los somalíes con el robo. El encumbramiento de Jussi Halla-aho radicalizó el discurso xenófobo de los VF bajo la consigna “Finlandia para los finlandeses”.

En “Los Verdaderos Finlandeses: populismo del Estado de bienestar”, la politóloga Ilona Lahdelma explica que “Finlandia se convirtió en un país acogedor al que llegaban decenas de miles de refugiados, primero de Somalia y luego de Oriente Próximo. Aunque las cifras no son muy elevadas, la asimilación de personas con culturas considerablemente diferentes dentro de una sociedad como la finlandesa, que es más bien homogénea, ha dado lugar a un comportamiento político concreto conocido como 'escepticismo migratorio' que, aunque hace referencia en exclusiva al deseo de disminuir el número de inmigrantes en el país o a cuestionar la efectividad de la actual política migratoria, también se ha convertido en un término políticamente correcto para referirse al racismo en política”.

En las elecciones de 2019, los Verdaderos Finlandeses quedaron en segundo lugar a muy corta distancia del triunfante Partido Socialdemócrata (SPD). El 2 de abril de este año, las elecciones volvieron a revelar un tablero político dividido en tercios: los conservadores (Partido de la Coalición Nacional -KOK-) con el 20,8 por ciento de los votos, los VF con el 20,1 y el SDP con el 19,9.

En las próximas semanas el líder del KOK, Petteri Orpo, deberá conseguir la mayoría parlamentaria para formar el próximo gobierno. La presencia de la ultraderechista VF en una futura coalición gobernante no está descartada. La “felicidad” finlandesa convive con el huevo de la serpiente.

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