El expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero coincidió este lunes con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sobre la necesidad de que el FMI reconsidere la deuda con Argentina y deje de imponer condicionamientos que empeoren la crisis que existe en el país. 

Este lunes, en una entrevista para el programa "Patria Grande", Rodríguez Zapatero analizó la crisis económica que atraviesa Argentina y aseguró que es "consecuencia del esfuerzo que se hizo en la pandemia, de la guerra, y ahora de la sequía". 

En ese marco, planteó que los mercados tienen una "mirada injusta hacia Argentina" y deslizó, como posible solución a la corrida cambiara de esta semana, que "la comunidad internacional, los inversores y desde luego el FMI, que tiene esa relación tan sinuosa con Argentina, hagan un llamamiento a los mercados, hablen con los mercados para que no profundicen de manera injustificada una situación tan difícil".

Sobre este punto, le preguntaron si estaba de acuerdo con la propuesta que hizo Lula da Silva para que el FMI reconsidere la deuda con Argentina y respondió: "Sí, claro, sobre todo porque esa deuda fue adquirida por el gobierno anterior al de Alberto Fernández". 

"Creo que en este momento debería haber una coalición de países que pudieran ayudar a Argentina en su relación con el FMI porque se ha demostrado que esos grandes procesos de préstamos con una condicionalidad tan exigente que abre una brecha social inasumible siempre atrasan. Recordemos lo que fue la política de austeridad e la crisis de 2008 en Europa", señaló. 

Y agregó: "Uno contempla con un poco de tristeza que Latinoamérica no tenga una integración mayor porque en ese marco podría haber más fortaleza en los mercados".

Confianza en el gobierno y diálogo político

En otro tramo de la entrevista, el exmandatario remarcó la importancia de "expresar confianza en el gobierno" y, en ese sentido, destacó la decisión de Alberto Fernández de no presentarse a una reelección.

También dijo que "sería muy deseable que hubiera un diálogo político, económico, sindical y empresarial en Argentina, porque a ninguna oposición le va bien si al país le va mal. Intentar ganar viendo que a su país le va mal es pan para hoy, hambre para mañana".

"Se debería hacer algún esfuerzo, que haya alguna autoridad que pudiera sentar a los principales actores económicos y políticos que estén dispuestos al diálogo por el interés de la patria", insistió.

Y advirtió: "Creo que Argentina, esa democracia que ha sabido luchar, salir de una dictadura, defender los derechos humanos, debe tener muy claro que el extremismo destruye todo. Hay que hacer una apelación al no extremismo, porque eso saca las peores condiciones para un país".

"Tengo una confianza plena en Argentina, en su democracia, en su sociedad civil, en sus investigadores. Hay veces que no podemos permitir que las profecías se autocumplan. Y ahora parece que hay varias voces interesadas que Argentina vaya a una crisis. No lo creo, no es mi apuesta", opinó sobre los actores que buscan profundizar la situación económica actual.

Candidatura de CFK

Por último, se refirió a la expectativa que existe por una posible candidatura de Cristina Fernández de Kirchner y señaló: "Yo creo que tiene un liderazgo incuestionable y que ella va a ser decisiva a la hora de orientar el Frente de Todos".

Pero, concluyó: "Me parece que más allá de la candidatura, que obviamente es importantísima y será elegida por el proceso que el Frente de Todos determine, hay dos cuestiones importantes: decidir bien el proyecto, las prioridades de Argentina, y segundo, intentar sumar a todos los sectores que puedan tener una inequívoca afirmación democrática y de alejamiento del extremismo".