La empresa japonesa ispace, que intentaba convertirse en la primera compañía privada en llevar una sonda a la Luna, perdió contacto con la nave poco después de la hora prevista del descenso y admitió el fracaso de la misión.

"Hemos perdido la comunicación" con la sonda del programa Hakuto-R, informó Takeshi Hakamada, fundador y director general de la firma ispace, unos 25 minutos después de la hora prevista de alunizaje, a las 16.40 GMT de este martes. "Debemos asumir que no hemos podido completar el descenso en la superficie lunar", agregó.

Funcionarios de ispace sostuvieron que seguirían intentando restablecer contacto con la nave, que llevaba material de varios países, incluyendo un róver (vehículo de exploración espacial) de Emiratos Árabes Unidos.

Hakuto-R, una sonda de 2 x 2,5 metros y un peso de 340 kilos, había sido lanzada en diciembre de la base estadounidense de Cabo Cañaveral, en Florida, Estados Unidos, por un cohete SpaceX, y estaba en órbita lunar hacía un mes.

Todo parecía desarrollarse como estaba revisto. Pero después de varios minutos de esperar y de intentar restablecer contacto con el aparato, los equipos en tierra tuvieron que admitir que le habían perdido el rastro.

Solo Estados Unidos, Rusia y China llegaron a la Luna

El éxito de la misión no estaba garantizado. En abril de 2019, un módulo de la empresa israelí SpaceIL se estrelló contra la superficie lunar. Al igual que la sonda india, denominada Vikram.

Hasta ahora, solo Estados Unidos, Rusia y China consiguieron poner un robot en la Luna - a unos 400.000 km de la Tierra- en programas promovidos por los gobiernos.

La sonda Hakuto-R llevaba varios róveres, incluido un modelo en miniatura japonés de ocho centímetros. Y uno de Emiratos Arabes, apodado Rashid, de 10 kilos, que hubiera sido el primero del mundo árabe en realizar una misión lunar. Ese país del Golfo, que en 2021 envió una sonda orbital a Marte y es el último llegado a la carrera espacial.

El proyecto Hakuto ("conejo blanco", en japonés) fue uno de los cinco finalistas de la competición de Google Lunar X para colocar un róver en la Luna antes de 2018, plazo que expiró sin ganador.

Dos empresas estadounidenses, Astrobotic e Intuitive Machines, planean enviar este año sendas misiones de alunizaje, que se harán en cooperación con la Nasa, que busca desarrollar la economía lunar y encargó a empresas privadas materiales y experimentos científicos.

El programa estadounidense Artemis se propone enviar en los próximos años vuelos tripulados a la Luna, a fin de establecer allí una base y de desplegar una estación espacial en órbita lunar.

Japón y Estados Unidos anunciaron el año pasado su intención de enviar un astronauta japonés a la Luna antes del fin de esta década.

Vida humana en la Luna: quién es el fundador de ispace y de qué se trata su ambicioso proyecto futurista

Creemos que en 2040 la Luna tendrá 1.000 habitantes y que la visitarán unas 10.000 personas cada año”, apuesta en un comunicado Takeshi Hakamada, el CEO de ispace, una empresa que nació en 2010.

Con solo 200 empleados, la firma japonesa busca convencer al resto de los países de que, a través de sus modelos tecnológicos, logrará “extender la esfera de la vida humana al espacio y crear un mundo sostenible suministrando servicios de transporte de alta frecuencia y bajo coste a la Luna".

En este sentido, Hakamada asegura que Hakuto-R Mission 1 establecerá "las bases para liberar el potencial de la Luna y transformarla en un sistema económico robusto y vibrante".

"Estoy deseando presenciar este día histórico, que marcará el comienzo de una nueva era de las misiones comerciales lunares", afirmó el magnate.

La firma cuenta con oficinas en Japón, Luxemburgo y Estados Unidos, y tiene proyectos conjuntos con la NASA y la Agencia Espacial Europea.

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