Casi dos años de debate, 7 civiles y 6 policías de la comisaría 4ª de Lomas de Zamora condenados por la explotación sexual agravada de 19 mujeres cis y trans en Llavallol, el decomiso y secuestro de bienes para la reparación a las víctimas y la realización de un curso sobre género y violencias. En ese orden, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°1 de La Plata dio un cierre al sometimiento de mujeres en situación de precariedad extrema, obligadas a pagar a diario una suma a cambio de ejercer la prostitución en Camino de Cintura, concurrieran o no, y de localizarlas en los sitios que les indicaban, detalla el informe de la Fiscalía de Trata del Ministerio Público Fiscal (MPF). 

“Las sumas abonadas por cada víctima por día oscilaron entre 250 y 400 pesos, y llegaron hasta 500 pesos”, entre febrero de 2015 y el 10 de marzo de 2017. “La organización se aprovechó de la situación de vulnerabilidad de mujeres cis y trans, a raíz de su necesidad económica apremiante”, señalaron desde la Fiscalía General que encabeza el fiscal Hernán Schapiro. Lxs jefes de esa seccional en diferentes períodos, Héctor Mario Coquean, Félix Nicolás Breglia y Javier Alejandro Caffarena, y la jefa y el jefe de gabinete de estos últimos, Claudia Yamila Ferrando y César Ricardo Pérez, fueron condenados y condenada como “coautores del delito de explotación sexual agravado por el abuso de una situación de vulnerabilidad y por haber sido cometido en su carácter de funcionario policial”. 

En su alegato, la Fiscalía pudo demostrar que “la explotación funcionó bajo el dominio de ese personal con capacidad de mando de la dependencia, quienes con la cobertura e impunidad que se derivaba de sus cargos, se beneficiaron económicamente a través del canon diario que se exigía a cada una de las personas en situación de prostitución en el lugar, concurrieran o no”. Una organización delictiva que “aprovechando esa función, montó un sistema de explotación sexual de mujeres cis y trans, que logró su propósito”, dispuso el MPF en su acusación, y si bien no se sostuvo por el delito de trata, concluyó que “no podemos dejar de señalar que la explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena, habitualmente, es directamente funcional a la trata de personas".