“Operación Cóndor cumplida. Pasajeros, tripulantes y equipo sin novedad. Posición Puerto Rivero (Islas Malvinas), autoridades inglesas nos consideran detenidos. Jefe de Policía e Infantería tomados como rehenes por nosotros hasta tanto gobernador inglés anule detención y reconozca que estamos en territorio argentino”. Con ese mensaje realizado desde la radio del avión de Aerolíneas Argentinas que habían secuestrado y desviado hacia las Islas Malvinas, los 18 “cóndores” que llevaron adelante el operativo anunciaron a la sociedad que la misión había sido un éxito: 7 banderas argentinas flameaban en el territorio argentino de ocupación británica. Aquella gesta realizada el 28 de septiembre de 1966, que tuvo repercusión internacional pero que luego la historia se encargó de ocultar, es el eje de Cóndor Uno Cero Cinco, la serie de ficción semanal que este jueves a las 22.30 se estrena en la TV Pública.

Símbolo de la lucha por la soberanía de las Islas Malvinas, el Operativo Cóndor fue el increíble plan que un grupo de 18 jovenes militantes de la juventud peronista diseñó y ejecutó con la finalidad de recuperar el territorio argentino, en manos inglesas. El operativo consistió en secuestrar el avión de vuelo comercial de AA que en la madrugada del 28 de septiembre de 1966 despegó del aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires hacia Río Gallegos. A la altura del Puerto San Julián, cerca de las 6 de la mañana, los jóvenes tomaron el control del avión con armas que habían camuflado entre sus pertenencias, obligando al piloto a desviar la nave con rumbo Uno-Cero-Cinco, con destino a las Malvinas. Sin aeródromo, promediando la mañana el piloto pudo aterrizar el DC-4 en una pista de carreras de caballos del territorio insular. Ya en tierra, rebautizaron Puerto Stanley como “Puerto Rivero” (en homenaje al gaucho entrerriano Antonio Rivero que en 1833 resistió la invasión británica del archipiélago) e izaron un total de siete banderas argentinas, que por primera vez en más de 100 años flamearon en las islas.

Conscientes de que su plan necesitaba repercusión mediática para que el reclamo de soberanía sobre el archipiélago escalara lo máximo que se pudiera, tanto a nivel nacional como internacional, los jóvenes invitaron a Héctor Ricardo García, dueño del diario Crónica, a subir al vuelo 648 para cubrir “una primicia”, sin darle ningún detalle más. Incluso, entre los 42 pasajeros del vuelo también viajaba el gobernador de Tierra del Fuego e Islas Malvinas, el almirante José María Guzmán. Luego de 36 horas viviendo en el avión, que los kelpers habían rodeado con Jeeps y personal militar armado exigiendo su deposición, los “cóndores” aceptaron la oferta del sacerdote Rodolfo Roel de trasladarse a la Iglesia. Sin rendirse, allí esperaron hasta que el buque “Bahía Buen Suceso” enviado por la dictadura de Juan Carlos Onganía los fuera a buscar para llevarlos a Ushuaia días más tarde.

Ganadora del concurso Renacer Audiovisual del Ministerio de Cultura y la Secretaría de Medios y Comunicación Pública, en la categoría de ficción histórica, Cóndor Uno Cero Cinco cuenta aquél hecho en clave de ficción. A lo largo de ocho episodios, la serie protagonizada por Nicolás Mateo, María Abadía, Julian Tello, Julián Larquier, Diego Gentile y Fernando Contigiani retrata esa suerte de aventura política desde minutos antes de abordar el vuelo en Buenos Aires hasta la finalización de la misión.

“La trama está centrada en los altibajos y desencantos que sufren en esas 72 horas todos los involucrados”, le explica a Página/12 Agustín Ortiz Byrne, uno de los creadores de la serie. “El operativo Cóndor es un hecho histórico increíble, que muy poca gente conoce. La historia fue censurada por el gobierno de facto del momento, lo que ayudó a que no trascendiera a través del tiempo. La serie habla de una generación, que estaba dispuesta a moverse atravesada por sus ideales patrióticos. La idea era plantar las banderas, ahí en donde no estaban hace 133 años. En ese momento, con su acción, lograron visibilizar la causa de soberanía territorial de Malvinas en el mundo y la noticia fue notoria”, recuerda.

Producida por Labhouse y Bdebueno, Condor Uno Cero Cinco retrata el operativo con cuidado estético y artístico, con una buena ambientación de época, pero sin limitarse a la historia real. “La serie -adelanta Natalia Holland, la otra creadora y coguionista- tiene un tono poético, más que una crónica documental o política. La historia está inspirada y adaptada para ser contada a través de ocho personajes principales que absorbieron las características de la historia original, desde una mirada social y humana. La serie está enclavada en el hecho en sí mismo y no en el antes o el después”. Casualidades del destino, la dramaturga y periodista María Cristina Verrier, única mujer integrante del Operativo Cóndor, falleció el viernes pasado, a días del estreno de la serie.

El “Operativo Cóndor” puede ser una extrañeza de la historia argentina, un hecho simbólico de escasa significancia política. Sin embargo, fue un evento que visibilizó el reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas, al punto que el gobierno de Onganía tuvo que salir a emitir un breve comunicado en el que expresó que “la recuperación de las islas Malvinas no puede ser una excusa para facciosos”, sentando claramente una posición. “Lo simbólico -concluyen los creadores de la serie- también es parte de lo real, a veces algo simbólico genera una cadena de gran inspiración en la gente, que la moviliza a los cambios. Nunca, no hacer nada, cambió al mundo. Desde un punto de vista audiovisual, lo interesante es seguir generando contenido sobre hechos históricos argentinos, para que se conozcan, perduren y se re discutan con nuevas miradas y perspectivas. Que la historia nos invite al diálogo”.