El desequilibrio de las cuentas públicas de octubre, cuando el déficit fiscal alcanzó a triplicarse respecto del registrado en 2015, empezó a colmar la paciencia del mercado con el gobierno. Medios de comunicación y consultores del establishment criticaron la falta de programa económico e incluso ahora ponen en dudas si el equipo económico logrará hacer crecer el mercado interno el próximo año. La falta de destreza para manejar la política económica y reactivar la se vio agudiza por el efecto Trump, que implica un mundo menos amigable para el país en 2017.
La incertidumbre global tras la elección de Estados Unidos impacta en los mercados emergentes y, en particular, en la Argentina al menos en cuatro frentes:

  1. El aumento del costo del endeudamiento por la suba de la tasa en Estados Unidos, la cual se traslada al resto de las emisiones de deuda de los países en desarrollo. Desde las elecciones que ganó Trump, los rendimientos de bonos argentinos pasó del 6 al 8 por ciento.
  2. La vulnerabilidad sobre las monedas de los países emergentes con flujos de capitales especulativos mucho más volátiles que afectan la cotización. En las últimas semanas, el peso pasó de cotizar 15,20 a 15,80 en cuatro ruedas, luego bajó a 15,60 y en las últimas jornadas volvió a subir hasta los 15,75.
  3. La reducción del precio de las materias primas, lo cual se asocia con una política monetaria más dura de las autoridades de la Reserva Federal. Esto impacta en un menor ingreso de dólares por exportaciones del campo, mientras que las ventas de manufacturas siguen deprimidas por el estancamiento de Brasil.
  4. La dificultad para atraer inversiones extranjeras directas. Macri había prometido una lluvia de dólares en inversiones de multinacionales que finalmente no se cumplió en 2016. El punto es que ahora el retorno de los países emergentes luce menos atractivo y a eso se suma la incertidumbre a nivel global, lo cual hace improbable la entrada de inversión extranjera el próximo año.

Este combo agudiza las tensiones de divisas del mercado interno, dificulta el panorama para 2017 y pone ante una verdadera encrucijada a la política fiscal y monetaria de Macri.
A nivel fiscal, el mayor costo de endeudamiento externo provoca dudas sobre la expansión del gasto para el próximo año. Si se ajusta las cuentas públicas, se agudizaría la recesión y podría haber rechazo político en las elecciones de medio término. Si no se ajusta el gasto, el Gobierno aumentaría a paso acelerado el nivel de deuda pública y deberá lidiar con fuertes desequilibrios macroeconómicos en 2018 y la posibilidad de generar una crisis de proporciones.
La política de tasas del Banco Central también enfrenta disyuntivas. Si baja la tasa de interés interna, colaboraría con la actividad económica, pero potenciaría la tensión de precios y fomentaría una corrida contra el dólar. Si mantiene o sube la tasa, al igual que con el ajuste fiscal, frenaría la reactivación y expone a la Alianza Pro-UCR a un fracaso en las urnas.   
La gestión de la política económica enfrentará en 2017 un año de profundos interrogantes, potenciados por el nuevo panorama internacional más hostil. El camino del ajuste implica continuar con la recesión del mercado interno, más desempleo, menos consumo y un votante disgustado. El camino de no ajustar tampoco es sencillo. El equilibrio macro y la sustentabilidad del endeudamiento, en un mundo en el que subió el costo de los créditos externos y la tendencia es que baje el precio de las materias primas, se perderían rápidamente y la reacción de los inversores, que hasta ahora le tuvieron paciencia al gobierno, podrían generar una crisis de proporción, con corrida cambiaria, distorsión de precios, fuga de depósitos e impacto aún más profundo en la actividad.


el buen inversor

  • GO, una empresa argentina de logística para el deporte de elite, prestará servicios en la Copa Confederaciones en Rusia 2017.
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  • Loma Negra designó a Sergio Faifman como nuevo director general, quien ocupará además la vicepresidencia para Argentina y Paraguay de Intercement.
  • Siemens anunció que participará en la convocatoria pública para desarrollar proyecto de infraestructura y generación térmica de eficiencia, con el objetivo de ampliar las inversiones en el país.
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  • Unilever cumplió 90 años en la Argentina y lo celebra con sus ocho plantas productivas, 3400 proveedores, 565 clientes y más de 4600 empleados.