Especialistas en salud mental y gerontología celebraron la sanción de la ley que habilita a los residentes de los geriátricos de la Ciudad de Buenos Aires a recibir la visita de sus mascotas, una iniciativa que describieron como "promisioria" para la renovación de estas instituciones. Al mismo tiempo, advirtieron que deberá implementarse "muy bien" para garantizar las condiciones de seguridad y bienestar de las personas mayores.

El jueves, la Legislatura porteña aprobó por unanimidad una ley por la cual los residentes de los geriátricos podrán recibir la visita de sus mascotas y también acceder a terapias asistidas con los animales.

La norma permitirá a los residentes establecer nuevas formas de comunicación y relaciones de afecto a partir del contacto con perros y gatos. "En principio, tenemos que pensar que el contacto animal es un contacto sensible que muchas veces se pierde en espacios residenciales donde suele haber un trato institucionalizado y las relaciones de afecto no son las que más abundan", señaló Ricardo Iacub, doctor en Psicología y especialista en Gerontología.

"Y tiene un gran efecto cuando se lo realiza con el animal adecuado en personas que tienen demencias, donde la falta de afecto es mucho más notoria", continuó.

La nueva norma habilita la concurrencia de perros y gatos a las residencias de adultos mayores, aunque estipula también criterios que deberán cumplir las familias para concretar la visita como el acuerdo previo de los días y horarios y la presentación de un certificado veterinario.

Por otra parte, quedó autorizada la adopción de una mascota en los geriátricos cuando haya un entendimiento por parte de los residentes con el establecimiento y exista "aire libre suficiente de acuerdo a las dimensiones y a la cantidad de alojados y un recinto apartado para el animal". También se aprobó la realización de terapias asistidas con animales para generar una mejora del ánimo y la salud de los adultos mayores.

La psicóloga gerontóloga Judith Jaskilevich aseguró que la medida es "espectacular" y resaltó que la presencia de mascotas en las instituciones es "una buena compañía para las personas mayores que, en general, están muy solas en las situaciones de internación". 

También celebró la nueva ley la médica gerontóloga Lía Daichman, quien indicó que es una "buena idea por los estudios que se han hecho". Sin embargo, la integrante del Centro Internacional de Longevidad (ILC) advirtió que la medida "se va a tener que instrumentar muy bien porque si no es una situación de riesgo".

"Uno de los problemas es que las residencias nunca tienen suficiente personal para atender a las personas mayores, y la llegada de animales podría significar un trabajo extra. Por eso, sería necesario más cantidad de personal para que se ocupe de los animales", señaló. Iacub coincidió en que se deberá limitar la cantidad de animales en las residencias y contemplar su cuidado con profesionales.