En la mesa central del salón flotante del Yacht Club en Puerto Madero, luego de una charla de una hora y media, al libertario Javier Milei lo esperaba un plato de entrada y una copa de vino. "Me voy sin comer, tengo cosas que hacer", dijo cuando se acercó a su lugar. Es sabido que el tercero en discordia entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio considera una perdida de tiempo al acto de ingesta de alimento, pero el desplante al plato servido fue un gesto que a los más de 100 empresarios que fueron a escucharlo con curiosidad, no les gustó.

Antes de eso, le armaron una sala VIP, clásica en ese tipo de eventos, donde se suele charlar con los ceos de mesa chica. Pero decidió permanecer en silencio casi total, según describieron algunos empresarios. Tampoco aceptó tomarse fotos con curiosos y mucho menos firmar con dedicatoria el libro sobre inflación que se publicó recientemente y algunos llevaron el evento.

Más allá de los datos de color, hubo una definición política del pre candidato presidencial de la Libertad Avanza que sacudió al auditorio. Luego de haber descripto diferentes mecanismos de ajuste, destrucción del Banco Central (BCRA) y dolarización, un grupo de empresarios mostró curiosidad por saber cómo haría eso que dice, si no tendrá -ni en el mejor escenario de números propios en las elecciones- mayoría en Senadores y Diputados. Se enojó un poco ante la pregunta sobre el cómo, algo que pasó cada vez que le consultaron en esa línea, y dijo: "Que se enfrente el Congreso con el pueblo, que es el que votó, vía un plebiscito de mis medidas. Vamos a enfrentar a la sociedad con los que no quieran votar lo que se decida".

Según contaron varios de los presentes a Página I12, hubo un silencio extraño en la sala. Hasta el propio Cristiano Rattazzi, ex titular de la FIAT, se incomodó. Lo mismo que Sebastián Bagó, el titular de la cámara de bancos privados extranjeros (ABA), Claudio Cesario. También fueron de la partida Adrián Werthein (Grupo los W), el empresario cafetero Martín Cabrales; el titular del Banco de Valores, Juan Nápoli y varios dirigentes de la Sociedad Rural, a los que les endulzó el oido: "conmigo las retenciones no van, las sacamos, vamos a recaudar más por Ganancias", describió.

"Jódanse"

En un momento del convite, Milei esgrimió una serie de cálculos con los que justificó la eliminación del BCRA. "No entendí nada", se sinceró un ceo ante este diario, mientras otros cabeceaban en lo que muchos describieron como una ponencia "aburrida". Incluyó la charla un anális macroeconómico con citas interminables de libros y autores económicos, nada de lo que el sector privado estaba interesado en saber.

El Círculo Argentino, una especie de club que armó hace muchos años la familia de empresarios Neuss, viene invitando políticos y tiene planeados a Patricia Bullrich y Sergio Massa en próximas ediciones. Pero Milei, más allá de sus errores, atrae y es taquillero: fue el dirigente político que llevó más gente a los almuerzos (170 personas). Solo lo superó Carlos Menem, que en su presidencia congresó a más de 250 personas.

La curiosidad de todos los presentes (muchos entrados en años) era ver cómo haría reformas que propone y que son muy polémicas. Otra de las preguntas fue también en esa línea, y ahí ya se puso Milei un poco más inquieto: "Si dicen que no se puede, jódanse, voten al Frente de chorros o a Juntos por el Cargo", les respondió, con palabras que suele usar para definir al peronismo y al macrismo. Si bien la que afrontó era una tribuna bastante afin a sus ideas, no les cierra a los ceos el personaje, el enojo y algo más: que sea carismático en televisión y en los atriles, y muy dificil de abordar en persona, donde lo domina el silencio.

Milei llegó al Yacht Club acompañado por seis personas, sin su hermana y armadora y con Ramiro Marra, su pre candidato a intendente de la Ciudad de Buenos Aires, como el más conocido. Marra tampoco se metió demasiado en el diálogo con los ceos. La otra duda que quedó en el aire, porque tampoco dio precisiones, fue cuál es su armado, quiénes lo integran y qué análisis hace del escenario de competencia política. Elige no responder ese tipo de cuestiones y hasta a veces, según confiaron a este diario fuentes empresarias, pide que no le pregunten cosas de político y aclara que sólo habla de economía.