El municipio de San Nicolás presiona a los trabajadores que se resisten a abandonar la cobertura de IOMA para que firmen un documento de adhesión voluntaria al instituto provincial. Lo más importante, sin embargo, es lo que el documento omite: la cuota de una familia tipo —en calidad de voluntarios— ronda los 35 mil pesos, casi la mitad del ingreso promedio de los municipales nicoleños. De acuerdo a los abogados sindicales consultados por Buenos Aires/12, el objetivo de la maniobra es cubrirse en caso de futuros reclamos judiciales por parte de los damnificados

“A través de la presente, manifiesto expresamente mi voluntad de permanecer yo y mi grupo familiar en el Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) para lo cual autorizo al Departamento Ejecutivo Municipal a continuar efectuando los aportes a dicha institución”, reza la nota emitida por la dirección de Personal que los interesados deben completar.

En consecuencia, quienes no desean la desafiliación permanecen en una suerte de vacío administrativo. Al no haber antecedentes comparables, ninguna de las fuentes consultadas pudo precisar si el municipio puede descontar del salario el total de esas cuotas, —equivale a 11.600 pesos por afiliado contra el 3% del aporte salarial habitual—, mucho más onerosas o si los afiliados recibirán una factura de IOMA por la diferencia entre el aporte salarial y el monto total.

La nota es parte del desaguisado jurídico administrativo al que se expuso el intendente Manuel Passaglia cuando, a principios de marzo pasado, y aprovechando su mayoría legislativa, logró aprobar la ordenanza 10503/23, de desadhesión del municipio al convenio con IOMA. Este hecho generó un conflicto político, sindical y jurídico porque como la adhesión fue hecha originalmente por ley, sólo puede deshacerse con otra norma de igual jerarquía.

Luego, Passaglia privatizó el hospital regional de Zona Oeste, que aún no había sido inaugurado, y lo dejó en manos del santafesino Grupo Oroño. También anunció el acuerdo con la prepaga Avalian, ex ACA Salud. Por su parte, la Asesoría General de la Gobernación emitió un dictamen acerca de la ordenanza municipal y habilitó acciones judiciales.

La medida tiene el único antecedente de Capitán Sarmiento, un distrito mucho más pequeño, en manos de otro intendente Pro, Javier Iguacel. Allí, los afiliados que aceptaron la cobertura privada deben trasladarse a la vecina ciudad de Pergamino porque no hay prestadores contratados en Capitán Sarmiento y, en el caso de los pacientes crónicos, es el propio gobierno municipal el que reintegra la diferencia que los socios deben abonar de su bolsillo. Un negocio privado a costa del erario público.

Inminente conflicto sindical

La oposición a la medida fue encabezada por el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores Municipales, Rodolfo Cecchi. Como represalia por su actitud, Cecchi fue trasladado desde su puesto de trabajo habitual en la terminal de ómnibus, donde realizaba tareas como como operador de la tarjeta SUBE, a la delegación municipal de Conesa, a 35 kilómetros de distancia de su domicilio.

Por su parte, la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO), denunció inmediatamente al ejecutivo ante el ministerio de Trabajo por prácticas persecutorias y antisindicales y éste ordenó la inmediata restitución de Cecchi a su trabajo habitual, en términos muy duros para el municipio. Sin embargo, dos semanas más tarde, la medida aún no se hizo efectiva. Por este motivo, Cecchi presentará un amparo ante la justicia laboral, mientras sindicato y federación analizan los pasos a seguir.

Rubén "Cholo" García, titular de la mencionada federación, manifestó oportunamente su apoyo a Cecchi y dejó abierta la posibilidad de movilizar "el sindicato, la regional o la federación, lo que sea necesario para bancar al compañero".

Trasfondo político

La iniciativa de Passaglia provocó una serie de declaraciones de apoyo de las principales figuras del Pro en Twitter, incluyendo al propio Mauricio Macri y a varios intendentes de esa fuerza —José Petrecca de Junín, Hernán Bertellys de Azul y Javier Martínez de Pergamino, entre otros—, amagaron con tomar medidas similares pero no prosperaron. De hecho, y más allá del ruido de las redes sociales, ratificaron, formalmente y por escrito, la adhesión al instituto, para evitarse otro frente de conflicto con los trabajadores.

Por su parte, y en medio del conflicto, Manuel Passaglia rompió la neutralidad en la interna presidencial del Pro para apoyar explícitamente a Patricia Bullrich a través de un video conjunto en Twitter. El acuerdo, gestado por el jefe del clan, Ismael Passaglia, incluye un ministerio nacional para él en una eventual presidencia de Bullrich y la expectativa de que su hijo Manuel, el intendente, complete la fórmula a gobernador que encabeza Néstor Grindetti. Ese lugar, sin embargo, tiene muchos aspirantes, desde el radical Maximiliano Abad a los descartados de la terna a gobernador, como Joaquín De La Torre o el mencionado Javier Iguacel.